Cecilia Fabiana Figueroa, la mujer que había sido baleada por su ex pareja el viernes 7 de agosto en plaza Alberdi, declarará hoy en el sanatorio en el que se encuentra internada, y relatará cómo fue el ataque en el que Marcelo Acosta mató a Marco Antonio Nazur, de acuerdo a la imputación que la fiscala Adriana Giannoni le hizo al policía Federal.
“Vamos a presentar testigos que acreditarán cómo Acosta ejercía violencia en contra de Figueroa. También hemos solicitado el allanamiento a la casa del acusado”, comentó el abogado Gustavo Carlino, quien asumió como querellante en la causa.
El letrado afirmó que Figueroa y Acosta se separaron de hecho hace tres años, pero que el hombre no cesaba en los maltratos. “Estoy acompañando a la causa copia de las 30 denuncias policiales que le hizo. Había una orden que prohibía que se acerque a menos de 200 metros, pero él la incumplía”, contó Carlino.
Entre los testigos que declararán en la causa, aseguró el abogado, están los padres de Figueroa, quienes relatarían cómo Acosta ingresaba a la casa y causaba destrozos. “Se cansaron de cambiar las cerraduras de las puertas”, agregó el querellante.
El homicidio ocurrió alrededor de las 19.30. Nazur y Figueroa habían salido de trabajar en el hospital Avellaneda (según comentó el abogado Álvaro Zelarayán, representante de la familia del fallecido) y en Corrientes y José Colombres fueron interceptados por Acosta, quien se movilizaba en un auto que le habría pedido prestado a un amigo.
El policía Federal se bajó y con su arma reglamentaria disparó, hiriendo mortalmente a Nazur. “Figueroa recibió tres balazos en la pierna izquierda. El viernes (por mañana) tendrán que operarla. Por eso se le tomará declaración en el sanatorio”, explicó Carlino.
Luego del ataque, Acosta condujo hasta la sede de la delegación Tucumán de la Policía Federal, en Santa Fe al 600, donde se entregó. La fiscala dispuso que sea trasladado a la división Homicidios. El martes vence el plazo para que Giannoni resuelva si solicita la prisión preventiva.
“La Policía Federal había sido anoticiada de la situación de violencia que vivía Figueroa, porque Acosta seguía en actividad”, afirmó Carlino. “Tendrían que haberle quitado el arma apenas se lo denunció”, agregó el abogado.
La fiscalía investiga si el crimen habría sido planificado. Al parecer, Acosta había amenazado a su ex pareja para que retomaran la relación, y la celaba con todos los hombres con los que la veía cerca. Por eso, Nazur también habría sido víctima de amenazas de muerte de parte del policía Federal, ya que creía que tenían una relación, contaron fuentes tribunalicias.
Giannoni quiere dilucidar si el imputado le pidió prestado el auto a un amigo para seguir a su ex pareja y a la víctima mortal sin que lo identificaran, de manera de interceptarlos y darles muerte.