Marcelo Acosta y Cecilia Fabiana Figueroa se habían separado hace varios meses. Pero el policía Federal no habría aceptado el final del matrimonio, y atosigaba a la mujer. Prueba de ello son las 10 denuncias por amenazas y lesiones que ella radicó, y que se encuentran en distintas fiscalías, entre 2007 y 2015.
El viernes 7 de agosto, Acosta, que trabaja en la Policía Federal, mató de 11 disparos a Marco Antonio Nazur e hirió a Figueroa, según la imputación que le realizó la fiscala de Instrucción Adriana Giannoni cuando lo detuvieron. Aunque el acusado optó por el silencio, ahora la Justicia investiga si el crimen fue premeditado.
Fuentes tribunalicias comentaron que en el expediente constan las denuncias que había realizado Figueroa contra Acosta, según el registro de Mesa de Entradas Penal. La mujer se encuentra internada en un sanatorio céntrico, y ayer se decidía cuándo la iban a operar. De eso dependerá la fecha en que deberá prestar declaración.
La acusación
Figueroa es la principal testigo de todo el hecho. El viernes 8 de agosto, alrededor de las 20, iba con Nazur en una camioneta Ford EcoSport roja y en Corrientes casi esquina con José Colombres, en la acera de la estación de trenes del ex Ferrocarril Mitre, fueron interceptados por un Fiat Siena blanco.
De acuerdo a la imputación, Acosta llegó en ese auto blanco, se habría bajado con su arma reglamentaria apuntando hacia la víctima. El acusado realizó alrededor de 13 disparos, 11 de los cuales hirieron mortalmente a Nazur. Otra bala dio en la pierna de Figueroa, que había logrado bajar del auto y quedó tendida en la vereda. En el arma quedaron sólo dos proyectiles, según el informe técnico.
Acosta escapó, y unos minutos más tarde se entregó en la delegación Tucumán de la Policía Federal, en Santa Fe al 600. Nazur, por su parte, falleció en el hospital. Los policías del 911 tuvieron que cargarlo en una camioneta para llevarlo al centro médico, ya que la ambulancia se demoraba en llegar.
El vehículo en el que se movilizó el policía Federal era de un allegado al detenido. Giannoni sospecha que Acosta se lo pidió prestado a su amigo con la intención de seguir a Nazur y a Figueroa sin que lo reconozcan. La Fiscalía buscará dilucidar si el acusado había planificado el homicidio.
Amenazas
El abogado Álvaro Zelarayán, representante de la familia de Nazur, comentó que los amigos de la víctima le confiaron que Acosta le había enviado mensajes de texto con amenazas de muerte. El teléfono celular de Nazur se encuentra secuestrado y debería ser sometido a pericias. Zelarayán, además, contó que ayer entregó el viejo aparato celular de la víctima, donde también habría algunos mensajes amenazantes.
“Ellos (por Nazur y Figueroa) eran compañeros de trabajo en el hospital Avellaneda. Habían salido de trabajar cuando Acosta los cruzó con un Fiat Siena blanco e impactó con la parte de la rueda delantera. De esa manera le impidió a Nazur bajar y le descargó el arma”, describió Zelarayán.