Los pasillos del autódromo de Las Termas dejaron historias, después de las historias que se suscitaron en la pista.

Allí apareció Pablo Ortega, feliz de la vida con una actuación soberbia en la segunda serie, que ganó de punta a punta. “Me siento contento, satisfecho y aliviado” dijo, el cuerpo henchido de orgullo.

Allá estaba Martín Rodríguez, con su emoción contenida, luego de una tremenda manga en la que atrapó un tercer lugar. “Tenía un autazo. Yo sólo lo llevé a la meta”, apuntó humilde.

Cobijado en su box, Lucas Mohamed masticaba bronca por lo que pudo ser...y no fue. “Hice todo para ganar, puse al auto en riesgo, y cuando por fin lo logro, Gabriel Fernández me dio un toque”, lanzó sin vueltas.

A paso raudo tras dejar su coche en el área técnica, Maximiliano Bestani se dejaba ver con la mirada extraviada. “Pasé de un viernes súper feliz a un sábado en que no se dio nada”, contó con amargura.

Sentado en una butaca de las tribunas Premium, Matías Rodríguez ensayó una explicación lógica a su muy corta serie. “Largué bárbaro, y cuando menos me dio cuenta ya estaba afuera, debido a un toque”, apuntó con mesura.

Ortega, que largó primero en la segunda serie, llevó con maestría su Renault Clio. Por momentos, sufrió el acoso del bonaerense Adrián Percaz (Peugeot 207), pero supo cómo neutralizarlo. Su tiempo de 12’00”740 le dio la oportunidad para salir hoy desde el segundo lugar en la grilla de partida de la final. “Estoy con la ansiedad propia de quien correrá cerca de su gente y desde una buena posición. La prueba será larga, habrá que tener paciencia” adelantó “Pabloso”.

Martín Rodríguez, que había sufrido el viernes con una falla eléctrica en su coche, contó ayer con un Clio que era un “misil”. Estuvo buena parte de la serie en una intensa lucha y hasta pudo lograr un mejor resultado, de no haber mediado una maniobra en la que se tiró a superar a Matías Vidal (Chevrolet Corsa) cuando este ya había ganado la cuerda. En ese lapso perdió terreno, aunque lo recuperó con un ritmo estupendo. Finalizó 3°, a 6”875 del ganador, el santafesino-santiagueño Amadís Farina (Clio), que cronometró 12’00”219 y se aseguró el N°1 para la final. “El Topo” saldrá 7°. “Si el auto me responde, estoy para hacer un buen papel”, advirtió.

Por contrapartida y en la misma serie, su hermano Matías no la pasó bien con el Clio que prepara el Dellasantina Motorsport. Largó muy bien, pero apenas su auto salió de la primera curva, se vio envuelto en una escaramuza de la que sacó la peor parte. Se fue afuera, rompiendo la parte delantera derecha. Hoy saldrá desde los últimos lugares. “Una pena total, había potencial como para pelearle a los primeros”, se lamentó.

La serie de Mohamed fue la más trepidante. El yerbabuenense, con VW Gol Trend, largó segundo y en todo el transcurso de la exigencia protagonizó un emocionante mano a mano con el bonaerense Gabriel Fernández (Clio). Hubo maniobras al límite y sorpasos que levantaron aplausos. Hasta que llegó la vuelta final y el tucumano se jugó a superar a su rival, una vez más, al final de la recta de largada. Pero Fernández no cedió y fue por lo perdido. En una cuestionable acción, hubo un toque y fue entonces que el coche de Mohamed manifestó una falla eléctrica, que terminó por postergarlo al 7° lugar (partirá 21°). El vencedor registró 12’06”375 y será el 3° de la grilla. “Es una pena lo que pasó, tendría que haberlo ejecutado en la primera vuelta” aseguró con amargura Lucas.

En esta serie, Bestani terminó 10° también al comando de un Clio, a 16”795 del vencedor. Su lugar en la grilla final será el 30°.

La faena tucumana del sábado se completó con Marino, que hizo su debut oficial en la Clase 3 con un Fiat Linea de Porfiri. Luego de entrenamientos en los que buscó encontrar los límites del auto, fue a la clasificación aunque el resultado no fue el mejor: cerró la fila de competidores.

En los seis “casos tucumanos”, estas historias continuarán...

APUNTES PISTEROS

Extremos en la “mayor”

El mendocino Julián Santero logró su primera pole en la C-3 cronometrando 1’54”381/1000 con un Peugeot 308. Lo siguió su compañero de equipo, Fabián Yannantuoni. En el otro anduvo Mauro Marino (foto derecha) que con su Fiat Linea no tuvo un buen debut, ya que cerró la clasificación de la visión mayor.

A no olvidar las guantes

Como consejo para quienes asistan hoy al autódromo termense, además de portar buenos abrigos, hay que tomar el recaudo de llevar guantes. Ayer, estas prendas se hicieron más que necesarias porque la baja temperatura se hizo sentir hasta cerca del mediodía. El cielo gris y una leve brisa que provenía del lago del dique Frontal aumentaban la sensación de frío. Cuando salió tímidamente el sol hubo algo de sosiego para los espectadores, que en una cantidad no demasiado elevado se acercó a la pista. Los organizadores prevén que hoy la cantidad se elevará considerablemente camino a las finales.

Instalaciones impecables

El mantenimiento de la infraestructura del autódromo está al detalle. No sólo en el área más sensible de las carreras, la de boxes (foto), sino también en los sectores populares, se notó limpieza y cuidado.

Cena con pilotos y prensa

En el sector VIP del sector de boxes, el viernes a la noche, uno de los auspiciantes de la carrera y la categoría ofrecieron una cena a corredores y prensa acreditada. La velada resultó muy agradable y en ella, entre otros puntos altos, se hizo un homenaje al administrador de la pista, Héctor “Toti” Farina.