Un hincha de Banfield utilizó las redes sociales y a través de su cuenta (@mvoogd) redactó una carta abierta para que Marcelo Bielsa, que renunció al cargo de técnico de Olympique Marsella, asuma como técnico de Banfield, el equipo quedó vacante Matís Almeyda.

¿Podrá cumplirse su sueño?

La Carta: 
Como en el boliche, cuando uno ve a la más linda, no hay que dudarlo.
Hay que acercarse con tus mejores cartas e invitarla a bailar. El no ya lo tenés.
Pero si te dice que sí sos un campeón. Y quién te quita lo bailado...

Sin prisa, Banfield busca entrenador para reemplazar a Matías Almeyda. La dirigencia encabezada por Eduardo Spinosa, que se jacta de haber desterrado buena parte de las prácticas impuras que imperaron en el club, charla con varios candidatos con la premisa de continuar con el proyecto de largo aliento que comenzó con la contratación del ex DT de River y que se prolongó con la inserción de Claudio Vivas como coordinador de las divisiones inferiores. Parece, con mucho de prejuicio, que ninguno de los nombres cuadra con la idea madre, más allá de que gustan (y mucho) algunas propuestas. Sin embargo, antes de avanzar con la firma de un contrato, los directivos del club deberían jugarse una carta que podría servir para potenciar al equipo de fútbol y, de paso, comenzar con la imperiosa la refundación del fútbol argentino huérfano desde hace largo rato de planes a largo plaza. Esa carta es iniciar negociaciones para traer a Marcelo Bielsa, que acaba de dejar Olympique de Marsella.

Bielsa es el perfil de entrenador que encaja perfectamente en la búsqueda deBanfield. Sin ser peyorativo con los actuales postulantes, no cabe duda de que ningún otro profesional reúne tantos requisitos y competencias para tomar las riendas del plantel profesional y llevar adelante un plan de trabajo que puede potenciar a Banfield como un club modelo a nivel continental. Hacer, en definitiva, un Banfield grande, el sueño de todos los banfileños.

Suena alocada la idea, es cierto, pero no es un imposible. De arranque no parece dificultosa la idea de levantar el teléfono, buscar algún contacto en común y hacerle llegar el interés a Bielsa o a alguna persona de su entorno. Ese seria el primer paso. De movida, sin ser necios, parece difícil que Bielsa acepte, ya que mientras daba el portazo que sacudió Marsella remarcó que no tenía planeado trabajar en otro lado. Es un hombre de la palabra y nunca la vulnera, una de sus principales virtudes. Sin embargo, la oferta seductora e imposible de rechazar de Banfield será posterior a su salida de Francia. En consecuencia, tecnicismo mediante, Bielsa no traicionaría su palabra inicial.

Suena alocada la idea, también, por una cuestión económica. Banfield, que lucha por salir de la crisis profunda que heredó de la gestión de Carlos Portell, no estaría en condiciones de competir con el dineral que puede ofrecer, por ejemplo, la Federación Mexicana de Fútbol, que trató de seducir a Bielsa apenas supo de su salida de Marsella. No obstante, de acuerdo con los relatos de periodistas que tuvieron la fortuna de tratar con el entrenador, el dinero no entra entre las principales prioridades del rosarino a la hora de aceptar un trabajo y asumir un desafío. Su contrato es alto, pero no será un gasto sino una gran inversión. Además, entre nosotros, ninguno de los que suena en Banfield luce como un alma altruista que vendrá para trabajar gratis o por los viáticos.

Resuelta, en principio, la cuestión monetaria y entendiendo que los dirigentes, por sus contactos, tienen la posibilidad de acceder, al menos, a una charla telefónica con Bielsa, el principal objetivo pasa a ser el armado de una oferta consistente para atraer su atención. Será vital el compromiso de los dirigentes, que tendrán la responsabilidad de cumplir con cada una de las palabras que empeñen, sin caer en la desesperación de los resultados inmediatos o en los laberintos siempre traicioneros de las mezquindades políticas. Será también vital no andar con chiquitas y demostrar que Banfield está dispuesto a apostar por un proyecto de largo aliento y no sucumbir ante las siempre falsas urgencias de la inmediatez.

¿Qué tiene Banfield para ofrecerle a Bielsa?

1. Un predio deportivo que está a la altura de los mejores de la Argentina, capaz de ser potenciado como uno de los mejores de América latina. En Guillón, Bielsa encontrará, sin dudas, un espacio adecuado para llevar adelante sus trabajos de campo, donde su labor con el equipo de Primera División estará en contacto con el desarrollo de las categorías menores.

2. Unas divisiones inferiores que son manejadas por Claudio Vivas, uno de los hombres que más lo conoce y que puede trabajar en forma mancomunada para darle cuerpo a un proyecto deportivo sin precedentes en el país. Formar una Masía en Luis Guillón, similar a lo que era años atrás la cantera de Newell's con Griffa y el propio Bielsa a la cabeza.

3. Un club que no tiene urgencias ni grandes obligaciones desde lo deportivo, capaz de ser potenciado sobre la base de los cimientos que se colocaron durante la gestión poco más de dos años de Matías Almeyda y con la mirada puesta en el desarrollo de los jugadores.

4. Un plantel de Primera División que, más allá de los vaivenes de los resultados y de los matices, con potencial para crecer y que además practicó un estilo de juego similar al que promueve Bielsa, ya que su influencia fue clara en los planteos de Almeyda, basados en la verticalidad, la presión alta y la osadía de defender mano a mano. Es decir, la capacidad de adaptación de los jugadores debería ser rápida.

5. La posibilidad de encarar un proyecto a largo plazo por tres años (el tiempo que dure el próximo mandato presidencial), con el compromiso de no modificar la palabra empeñada.


Los dirigentes de Banfield, que son más inteligentes que yo y pueden sumar más argumentos, deben entender que hacer un intento para traer a Bielsa no es tribunear. Hacer un intento para traer a Bielsa es tratar de poner la piedra fundamental para transformar a Banfield en un club más grande de lo que es. Porque la inversión acarreará ganancias. Tener a Bielsa trabajando y construyendo en el club implicará ganar en lo deportivo. Pero también en protagonismo mediático y eso permitiría acercar auspiciantes de mayor envergadura que ayuden económicamente al club.

Es también poner la piedra fundamental para que el fútbol argentino se enriquezca técnicamente y recupere de una vez por todas la sabiduría de uno de los mejores entrenadores del mundo. La vuelta de Bielsa al fútbol argentino puede sentar las bases de un cambio de paradigma para acabar con las histerias del resultadismo y volver a hacer escuela desde la construcción social que es el deporte.