SHANGHAI, China.- No hay mejor remedio a un viejo dolor en el fútbol que festejar a lo grande. Eso hicieron ayer, en Shanghai, China, Roberto Pereyra y Juventus, que se proclamaron campeones de la Supercopa de Italia ante Lazio.

Después del mal trago de la Copa América con la Selección en Chile, el tucumano tuvo revancha. Fue en la apertura de la temporada oficial de partidos para una “juve” renovada, que ya no contará ni con Carlos Tevez (hoy en Boca) ni con Andrea Pirlo (en Estados Unidos). Junto a “Maxi” estuvo la nueva joya, el cordobés Paulo Dybala, que marcó el segundo de los dos tantos del conjunto turinés que no le dio chances a Lazio, que alineó entre sus titulares a Lucas Biglia (capitán) y a Santiago Gentiletti, ex San Lorenzo.

El duelo en sí fue favorable a Juventus, que en el cuarto de hora del complemento logró romper el cero del marcador. Fue gracias a otra de sus flamantes incorporaciones, el croata ex Atlético Madrid, Mario Mandzukic. Lo de la “vecchia signora” fue una ráfaga de aciertos, porque 4’ minutos después Dybala amplió cifras, que finalmente fueron definitivas.

Lazio accedió a jugar este desafío por haber sido finalista de la Copa Italia, trofeo cuyo dueño también fue Juventus, que deberá revalidar un calendario pasado impecable, con título de liga, Copa Italia y final de Liga de Campeones (perdida ante Barcelona).

Como de costumbre, “Maxi”, que ingresó ayer en lugar de Sturaro, está listo para encarar nuevos desafíos. (Especial)