El inicio tardío de la zafra 2015, como consecuencia de la difícil situación de los factores productivos de la agroindustria y la gran disponibilidad de materia prima en los campos este año, hacen que, en estos momentos, la zafra tenga un retraso que puede hacer extenderla hasta fines de noviembre, si es que las condiciones que se atraviesan de aquí en más, permiten mantener un ritmo intenso de cosecha y molienda, afirmaron Jorge y Pablo Scandaliaris, técnicos de la Sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán.

Por ello, es necesario comentar cuáles son las características generales de esta zafra 2015, y analizar los escenarios posibles y consideraciones que hay que tener en cuenta para evitar pérdidas mayores.

En esta presente zafra nos encontramos con:

* Bajos precios del azúcar, tanto en la actualidad como en los meses previos.

* Elevados costos de labores, en términos de kilogramos de azúcar por tarea o proceso (cosecha, flete, etapa industrial).

* Falta de financiamiento, como consecuencia de arrastre de déficit generado en años anteriores.

* Buenos rendimientos de caña y en calidad, de los productores en general, que hacen prever altos volúmenes de producción de azúcar.

* Rentabilidad negativa para el sector.

Teniendo en cuenta las características señaladas, que generan enormes dificultades para el desarrollo de la zafra, se presentan algunos comentarios que pueden ser de utilidad.

Escenarios posibles

A) Respecto del productor, el primer escenario posible sería bajo la hipótesis de que se pueda moler toda la caña que queda en la provincia. Para ello, es muy importante que las condiciones meteorológicas de la primavera acompañen con bajas precipitaciones, para que la cosecha y molienda de la caña pueda tener un ritmo sostenido. En el ejercicio realizado es posible que, si se mantiene una molienda razonablemente buena, se pueda concluir con el procesamiento de toda la caña, antes que termine el mes de noviembre.

También hay que considerar que “el volumen de dinero que se requiere para financiar las labores de cosecha y flete, y las operaciones de fábrica, es muy elevado”.

Esto puede hacer que no se pueda aprovechar a pleno toda la capacidad de molienda que tiene Tucumán, lo que puede llevar a plantear un segundo escenario de menor molienda.

B) La segunda alternativa que puede tener la agroindustria de la caña de azúcar es planificar dejar caña en pie para la zafra 2016. Es decir: en lugar de cosechar caña de aproximadamente 12 meses, plantear no cosechar este año y dejarla en pie para que siga creciendo hasta el invierno del año que viene.

Las condiciones de falta de frío que tenemos en el presente invierno, hacen posible asemejarnos a lo que ocurre en algunas zonas azucareras tropicales del mundo, en las que las plantas de caña crecen entre 15 y 24 meses, para recién entonces proceder a su cosecha, con rendimiento de caña muy elevados.

Ventajas y desventajas

Esta segunda alternativa que presentamos aquí tiene algunas ventajas y desventajas, y para sacarle el mayor provecho hay que seguir algunas recomendaciones generales.

Desventajas:

* Dejarían de ingresar unos pocos kilogramos de azúcar por hectárea, después de pagar los altos costos de cosecha, flete y operación de las fábricas.

Ventajas:

* No hay que financiar gastos de cosecha, transporte y de fabricación de azúcar.

* Se disminuyen los gastos de cultivo del lote.

* Se incrementa la producción de caña del lote, con el crecimiento adicional de los tallos y los nuevos tallos que se generan. El incremento podría rondar entre un 40% y un 80%, por sobre la producción del presente año.

* Podría haber expectativas de mayor precio para el año que viene, en el momento que se realice la cosecha del lote.

Análisis de opciones

Cada productor debe analizar la conveniencia de optar o no por esta opción, teniendo en cuenta todas las consideraciones de orden técnico, económicas y financieras.

Es conveniente hacer aclaraciones adicionales sobre las posibilidades de aportes de mayor cantidad de azúcar, que puede tener un cañaveral de 24 meses de crecimiento respecto del que es normal en la zona cañera de Tucumán.

Por un lado, los tallos que no tienen afectado el brote guía tendrán la posibilidad de crecer longitudinalmente alcanzando una mayor altura y, por supuesto, un mayor peso unitario.

Por otro lado, nuevos tallos podrán originarse en número tal que es variable de acuerdo a las condiciones del cañaveral. El incremento porcentual de tallos estará asociado a la población inicial y a los aportes de lluvia y de nutrientes del suelo.

De tal modo, que la conformación del cañaveral de 24 meses será de tallos de 1 y 2 años, en proporciones que dependen del estado del cañaveral, de las características del suelo y de las precipitaciones durante el período de crecimiento.

En cuanto a la calidad de la materia prima, será en general buena, con un mayor “porcentaje de pol” en los tallos de 2 años, y una mayor cantidad de fibra, pero en general con una calidad buena como para obtener rendimientos sacarinos interesantes.

Una tercera alternativa que le queda a la agroindustria, es de bajar el despunte en todos los lotes que quedan por cosechar en la provincia, de manera de llevar a las fábricas menos caña pero de más calidad.