BUENOS AIRES.- La actividad económica en la Argentina creció en mayo 2,2% frente al mismo período del año pasado, que se convirtió en el mayor incremento desde diciembre de 2013, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Con relación a abril, el PBI mostró una mejora de 0,8%, la más importante del año. Los datos corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que el Indec difunde todos los meses a modo de adelanto de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) que se da a conocer en forma trimestral.

De acuerdo a los datos del organismo estadístico nacional, el crecimiento de la economía argentina se aceleró en los últimos meses. Enero 0,6%; febrero 1,1%; marzo 1,6% y abril 1,7%.

Los números oficiales de la evolución del PBI también entran en fuertes contradicciones con las estimaciones del sector privado e incluso con las elaboradas por organismos multilaterales como el Indec. Aún más, un sondeo realizado por la agencia internacional Reuters entre analistas argentinos había arrojado una mejora prevista interanual de un 1,3% en promedio del EMAE para el quinto mes del año, inferior a la medida desde el Gobierno.

Para la mayoría de los economistas privados, la economía argentina no crecerá durante 2015, o cuanto mucho tendrá una ligera variación de medio punto. En tanto, para el FMI el PBI del país tendrá una contracción de entre 0,5% y 1%. En lo que ambas proyecciones coinciden es en las causas de esta situación de estancamiento, asociadas con la baja inversión, principalmente la extranjera, las restricciones que impone el mercado de cambio, y la continúa caída del comercio exterior.

El Gobierno sigue sosteniendo previsiones de crecimiento del orden del 3% y culpa a la crisis en países como Brasil o a en Europa como limitantes para la expansión de la Argentina, debido a la caída de exportaciones a esos destinos. Por ejemplo, el saldo del comercio exterior se redujo un 68% en el primer semestre y apenas superó los U$S 1.200 millones. A su vez, la industria acumula 22 meses consecutivos de caída, afectada por la apreciación del tipo de cambio y las restricciones a las importaciones. Así, el crecimiento que demuestra el Indec se funda en el sostenimiento del consumo interno y en una moderada recuperación de la construcción.

Durante el primer semestre, la actividad económica cerró con una caída del 0,2%, a pesar de que en junio pasado tuvo una recuperación del 1%, según las estimaciones del Centro de Estudios Orlando Ferreres. En un informe, se explica que “pese a que la actividad económica avanzó 1% anual en junio, esta variación positiva responde a que el índice general comienza a ser comparado contra los peores meses del año pasado”. El reporte añade que “de cara a los próximos meses, los resultados del índice general serán comparados contra los peores registros de 2014, arrojando variaciones interanuales positivas independientemente de la evolución en el corto plazo”. (DyN)