La identidad de la persona que atacó al deportista Juan Pablo Juárez en el parque 9 de Julio sigue siendo un misterio. Ya pasaron más de cuatro meses desde el violento episodio y todavía no se ha podido identificar a el o los autores del hecho. Esto se debe, en gran parte, a que el atleta no realizó la denuncia correspondiente ni se presentó a declarar en tribunales.
“Decidí priorizar mi vida y mi salud. Cuando tenga tiempo y esté mejor voy a decidir qué hago”, respondió el deportista al ser consultado acerca de si había realizado la denuncia. Además, Juárez destacó que todavía hay muchas cosas que no recuerda y que no están del todo claras en su memoria.
El maratonista trasplantado fue encontrado inconsciente, en el parque 9 de Julio, el domingo 15 de marzo a la mañana. Estaba descalzo, tirado sobre un charco de agua, con un cuadro de hipotermia. La persona que lo vio llamó el servicio de emergencia y lo llevaron al hospital Padilla. Más tarde, su familia lo trasladaría a un sanatorio privado, donde estuvo 18 días internado.
Después de recibir el alta, el deportista recibió a LA GACETA en su casa de Simoca. Allí contó lo poco que recordaba: que la noche anterior había tomado un taxi afuera de la Terminal de Ómnibus para volver a su casa, que el taxista lo invitó a tomar una cerveza, que bajaron a comprar la bebida en un quiosco que encontraron en el camino, que cuando llegaron a destino el chofer le convidó un trago y que no tiene registro de nada de lo que pasó después, hasta que recuperó el conocimiento en el sanatorio.
“Casi seguro que me pusieron algo en la bebida. Es el mal estado en que está la gente hoy en día. Si hubiera sido algo me tendría que haber acordado después, pero yo me acuerdo bien clarito que tomé un trago y me sentí mal y después no sé”, contó Juárez en aquella entrevista.
Según dijo ayer, ya volvió a correr y su cuerpo se recuperó. Sin embargo, prefirió no realizar la denuncia hasta recordar con mayor claridad qué es lo que sucedió.