Los días 1 y 2 del corriente mes, Tucumán fue sede del “Simposio de Bioeconomía Argentina Región NOA”, que se realizó en los salones de la Federación Económica de Tucumán (FET), bajo el lema “La bioeconomía del NOA: agroindustria, alimentos y energía, integrando tecnologías en búsqueda de sustentabilidad para mejorar la calidad de vida de la comunidad”.

El encuentro fue uno de los cuatro simposios regionales sobre bioeconomía organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (Mincyt). En el NOA participaron en la organización la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), la FET, el Consejo Regional de Ciencia y Tecnología del NOA (Salta, Santiago del Estero, la Rioja, Catamarca, Jujuy y Tucumán), el Conicet y la UNT. Al encuentro concurrieron 370 personas, entre los que hubo empresarios, técnicos y representantes de los sectores azucarero, citrícola y granario.

El coordinador del módulo fue el ingeniero Gerónimo Cárdenas, quien dio un marco general sobre el concepto de bioeconomía, recalcando que “es el conjunto de sectores de la economía que utilizan recursos y procesos biológicos para la producción sustentable” de bienes y de servicios. Señaló que incluye la producción primaria (agrícola, pecuaria, forestal y acuícola) y las distintas industrias que usan o procesan recursos biológico, como alimentos, pulpa, papel, partes de las industrias química, biotecnológica y de energía. Además, subrayó que la bioeconomía es “la ciencia de la gestión de la sustentabilidad”. Cárdenas insistió con que, para llegar a una bioeconomía que genere un genuino desarrollo de la sociedad, “se debe plantear un crecimiento sustentable, entendiendo como tal aquel que va a satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.

El ingeniero advirtió que la justificación del desarrollo sostenible proviene “tanto de tener recursos naturales limitados (nutrientes en los suelos, agua potable, minerales, etc.), susceptibles de agotarse, como también del hecho de que una creciente actividad económica, tanto a escala local como global, produce graves problemas medioambientales que pueden ser irreversibles”.

Cárdenas afirmó que, si bien se reconoce como un punto de partida las discusiones sobre el agotamiento del petróleo, hoy está fuertemente asentada en la búsqueda de una mayor sostenibilidad ambiental, frente al crecimiento poblacional y a las crecientes limitaciones de acceso a recursos naturales que se anticipan para las próximas décadas, especialmente al uso de la biomasa y de otros recursos naturales.

“Es importante el uso eficiente de los recursos naturales y el incremento en el conocimiento de procesos de producción, para una mejor captura de la energía solar y su transformación en energías y productos requeridos por la humanidad”, analizó el especialista.

Por otro lado, consideró que la Argentina, en general, y el NOA en particular, tienen condiciones para llevar adelante exitosos procesos de empleo de sus recursos naturales abundantes, llevados a cabo por recursos humanos disponibles en las universidades, en institutos de investigación y en el sector privado. “Deben ser tenidos en cuenta los procesos de uso de la caña de azúcar, de los cítricos, de los granos, de las frutas y de los forestales”, opinó. “La fortaleza de la región para el desarrollo de una bioeconomía sustentable está en la conjunción de su rica base de recursos naturales aptos para la producción de biomasa y en la existencia de una importante estructura institucional, empresaria, logística y de recursos humanos vinculados a la investigación, el desarrollo, la producción agropecuaria y agroindustrial que representan una importante ventaja a la hora de encarar nuevos emprendimientos”, finalizó Cárdenas.