Cerca de las 11, el intendente Luis Adolfo Morghenstein salió de la sede del Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) de Las Talitas. Saludó a los vecinos que estaban a la puerta del edificio y caminó hasta una camioneta, donde lo aguardaba un chofer. “Disculpen, estoy apurado, pero luego regreso”, explicó el jefe municipal a LA GACETA, que había ido a consultarle por las denuncias de la oposición sobre supuestos hechos de violencia política en la ciudad. Tras esto, Morghenstein se subió a la camioneta y se marchó. ¿Dónde?

“Simplemente, se puso a disposición de la Justicia, para que se haga lo que se tenga que hacer. Y, por supuesto, para brindar desde este municipio todo lo que esté a nuestro alcance para que se llegue a la verdad objetiva de los hechos. No hicimos nada contrario a la ley”, dijo el secretario de Gobierno talitense, Mario Cecotti, en su despacho.

El funcionario se mostró convencido de que la quema de un auto, producida el lunes a la madrugada, y otros episodios que generaron tensión en Las Talitas fueron ocasionados por personas ajenas a la política. “Esto es un conflicto ‘policial’. Hubo gente que ha pretendido tomar la comisaría (de El Colmenar) el fin de semana, y que ha sido repelida por personal policial y de Infantería. Pero es evidente que estamos en época de campaña, y hay un sinnúmero de ‘sacha’ políticos que están tratando de hacer un uso oportunista de la situación. Puedo asegurar que los oficialistas no tenemos nada que ver con eso”, afirmó Cecotti, que es postulante en primer término para concejal por la lista oficialista. Y negó la versión de la oposición, que sostiene que la tensión electoral en Las Talitas ya causó, al menos, daños materiales.

“No hay tensiones ni violencia. Hay una actividad propia de la campaña, del folclore electoral. Rechazo para este caso el término violencia. El municipio vive en paz. Pero la oposición pretende embarrar la cancha, tratando de instalar situaciones que no son reales”, manifestó Cecotti. Luego, el portavoz del intendente lanzó un mensaje a sus rivales. “Creo que en vez de estar ‘parasitando’ en un cargo público, los opositores deberían estar trabajando de forma conjunta con el oficialismo, en pos de Las Talitas”, expresó.

No hay manzana en los más de 80 barrios de Las Talitas que no tenga en la fachada de una casa o en algún poste de luz el rostro y el nombre de alguno de los incontables candidatos a la Intendencia y al Concejo Deliberante. Con sólo pisar el municipio, en el que viven unas 80.000 personas, ya se respira el clima de campaña.

En estas elecciones hubo una fractura en el armado que componían Morghenstein y su esposa, la legisladora Adriana Najar, y el hermano de esta, el edil Carlos Najar, quien es presidente del Concejo talitense. Adriana, conocida como “La Profe”, aspira a suceder a su marido, quien a la vez se postula para la Legislatura por el Frente para la Victoria. Pero Carlos, ex policía, no está de acuerdo con ese intento de “falso enroque”, y también se lanzó para la Intendencia, aunque a través del “acople” oficialista “Acción Regional”.

El lunes a la madrugada, Omar, un vecino de Las Talitas que apoya la postulación de Carlos Najar, se despertó con su auto envuelto en llamas. “Hace seis años que lo dejaba en la vereda. Nunca había pasado nada. Esa noche había al menos otros cuatro vehículos estacionados en la calle. Pero sólo incendiaron el mío, que tenía cartelería de Carlos Najar”, le dijo Omar a este diario. A metros del vehículo calcinado quedaron intactos, en un poste de luz, afiches de Morghenstein y de Adriana Najar.

Según Omar, una vecina observó que los vándalos se movilizaban en un Renault 9 color bordó, con vidrios polarizados. “Pero ella no quiere declarar, tiene medio”, añadió el hombre, cuyo apellido se mantiene en reserva.

Relató que utilizaba su auto para repartir alimentos que prepara para celíacos y diabéticos. “No tenía seguro contra incendios, así que perdí el auto y mi medio de transporte para trabajar. Y quienes hicieron esto podrían haber causado un daño mayor. Un bombero me explicó que si estallaba el tanque de GNC podríamos estar lamentando muertes”, enfatizó.

Candidatos a la Intendencia por partidos de la oposición afirman que también sufrieron hechos de violencia en la campaña. Carlos Barros, postulante por el canismo, dijo que es habitual que dañen su cartelería. Marcos Kristal, otro aspirante del Acuerdo para el Bicentenario, afirmó que denuncia esta clase de hechos desde 2011, cuando golpearon a su hija -según dijo- en el acto en que asumió como edil.

Carlos Najar, en tanto, confirmó que ha elevado un pedido a la Unidad Regional Norte para que se intensifique la vigilancia durante la madrugada. Y no tiene dudas de que el clima de tensión está motivado por las próximas elecciones. “A mí a esto no me lo han contado: yo he visto al secretario de Gobierno (Cecotti) arrancando afiches de otros partidos en la vía pública. Debería renunciar, porque ese no es ejemplo para los militantes”, señaló. Y acusó al ejecutivo municipal de pretender “deslindar responsabilidades” al atribuir los hechos recientes a la inseguridad. “Si fueron delincuentes comunes también es algo grave, porque las cámaras de vigilancia de la ciudad las maneja la Intendencia. Pero estamos hablando de muchas casualidades. Ellos están generando un ambiente enrarecido”, señaló el hermano de la legisladora Najar.