CANADÁ.- Para un atleta y deportista, participar de los Juegos Panamericanos es un sueño cumplido. Sin embargo, ya en competencia, todo puede pasar: es la gloria o la mala suerte. Los competidores se preparan para dar lo mejor en busca de una medalla pero, el destino a veces les juega una mala pasada y los deja con las manos vacías.

Algo de eso le sucedió a la brasileña Ingrid de Oliveira durante los Juegos Panamericanos de Toronto. Se trata de la clavadista que compitió en saltos ornamentales en plataforma de 10 metros y no pudo sumar puntaje. Con un cero la calificaron los jueces. ¿Qué le pasó?

La joven de 19 cayó muy mal, de espaldas, y el golpe impactó a todo el público. Oliveira salió del agua y con lágrimas en los ojos, llorando sin parar por una puntuación que la dejó en séptimo lugar.

Pero, como en el deporte siempre hay revancha, la competidora se dio el gusto, al otro día de la caída, de ganar una medalla de plata en la prueba sincronizada de trampolín de tres metros.