BRUSELAS, Bélgica.- Los jefes de Estado y de gobierno de la eurozona acordaron en la mañana de hoy por unanimidad un nuevo y amplio programa de austeridad y reformas para Grecia, informó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al término de un maratón negociador de 17 horas en Bruselas. 

De momento aún no se conocen los detalles del contenido del acuerdo. Hasta el cierra del diálogo persistían desacuerdos sobre la creación de un fondo griego de privatizaciones, una demanda fundamental de los socios europeos a la que se había opuesto tenazmente el primer ministro griego, Alexis Tsipras

De este modo, Grecia aseguró la reestructuración de su deuda y una financiación a mediano plazo, en el marco de un acuerdo con sus acreedores que permitirá al país permanecer en el euro, dijo Tsipras.

Señaló que el acuerdo podría atraer nueva financiación que ayudará al país a salir de la recesión y evitar el colapso de su sistema bancario. "El acuerdo es difícil pero hemos evitado la pretensión de mover activos estatales al extranjero. Hemos evitado el plan de un estrangulamiento financiero y el colapso del sistema bancario", dijo Tsipras a la prensa tras unas negociaciones que se extendieron toda la noche.

Los ministros de Finanzas de la zona euro volverán a reunirse, en un encuentro ordinario, para analizar un puente financiero que le permita a Atenas hacer frente a sus vencimientos hasta que el programa de rescate de tres años, cifrado entre 82.000 millones y 86.000 millones de euros, sea efectivo.

Interrupciones
La cumbre se interrumpió varias veces durante la noche para que pudieran celebrarse deliberaciones en círculos reducidos. La última reunión en "petit comité" se llevó a cabo en la mañana del lunes entre la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente de Francia, François Hollande, el presidente del Consejo Europeo, Tusk, y el primer ministro griego, Tsipras. 

Según el plan presentado por el gobierno griego, el tercer programa de rescate debe tener una vigencia de tres años. Las necesidades financieras de Grecia se cifran en hasta 86.000 millones de euros (unos U$S 96.000 millones). 

Atenas necesita a más tardar el 20 de julio unos 7.000 millones de euros (U$S 7.800 millones). De acuerdo con un documento de los ministros de Finanzas de la eurozona, a Grecia se le exige, además de la privatización de activos estatales, una reforma administrativa, entre otras demandas, consignaron las agencias Reuters y DPA.

Medidas que debería adoptar Grecia

50.000 millones para venta de activos públicos:
Es la novedad de estas negociaciones. Europa quiere crear un fondo de 50.000 millones de euros con los activos privatizables de Grecia. Sus beneficios servirán para reducir la deuda. Se trata de un aval con pocos precedentes en Europa. Es un aval que Grecia debe entregar a cambio del tercer rescate. Si bien quedará en manos de las autoridades helenas, tendrá "la supervisión de las instituciones europeas relevantes". Para analistas internacionales, este punto "puede resultar difícil de asumir para Atenas".

Pensiones:
La Unión Europea pide "reformas de pensiones ambiciosas" y lograr déficit cero en las cuentas públicas. En la propuesta previa, Atenas aceptaba elevar la edad de jubilación a 67 años y congelar las pensiones hasta 2021. Le exigen a Tsipras que el Parlamento trate estas medidas antes del miércoles por la noche para comenzar a negociar sobre el rescate.

Mercado laboral:
Los socios europeos exigen "revisiones rigurosas" de los acuerdos colectivos, la política industrial y los despidos masivos. Advierten que rechazarán "volver a políticas del pasado".

Sector financiero:
Europa pide "medidas decisivas" en los créditos que tienen riesgo de impago. El sector financiero corre serios riesgos de quiebras masivas y con ellos podría arrastrar al país. Temen que esto genere una moneda paralela y que hasta provoque la salida del euro.

Privatizaciones:
Se piden más privatizaciones, incluida la red de energía eléctrica, resistida por Atenas. Los griegos han tratado de acordar una versión suave del fondo de privatizaciones para garantizarse el control de ese mecanismo pese a la supervisión europea.