El Papa Francisco instó ayer a los paraguayos a trabajar para consolidar una democracia que respete los derechos humanos y acabe con la corrupción y el narcotráfico, en la última etapa de una gira cargada de mensajes a favor de los de pobres, consignó la agencia Reuters.
“Los animo a que sigan trabajando con todas sus fuerzas para consolidar las estructuras e instituciones democráticas que den respuesta a las justas aspiraciones de los ciudadanos”, dijo el Papa en un discurso en la sede del Gobierno paraguayo, donde mantuvo un encuentro con el presidente Horacio Cartes.
En su mensaje, Francisco pidió “que no cese el esfuerzo de todos los actores sociales, hasta que no haya más niños sin acceso a la educación, familias sin hogar, obreros sin trabajo digno, campesinos sin tierras que cultivar y tantas personas obligadas a emigrar (...) que no haya más víctimas de la violencia, la corrupción o el narcotráfico”.
“Un desarrollo económico que no tiene en cuenta a los más débiles y desafortunados, no es verdadero desarrollo. La medida del modelo económico ha de ser la dignidad integral de la persona, especialmente la más vulnerable e indefensa”, agregó.
Francisco había se había encontrado con un cálido y multitudinario recibimiento en el aeropuerto paraguayo Silvio Petirossi, donde un coro de niños interpretó canciones religiosas en guaraní, aché y español, y un grupo de jóvenes cantó y bailó ritmos típicos paraguayos. El presidente Horacio Cartés le dio la bienvenida bajo la intensa llovizna.
La ceremonia terminó con la interpretación del Himno oficial de la visita del Papa Francisco a tierra guaraní. En ese mismo momento, un grupo de niños del coro obviaron la seguridad y corrieron a abrazar al papa, que respondió con sonrisas el gesto de los niños. Luego, partió del Aeropuerto en el papamóvil rodeado de niños que realizaron un cordón humano para saludarlo, mientras Francisco repartía bendiciones, consigna la agencia Télam.
El papa llegó al Paraguay, en la tercera y última escala de su segundo viaje apostólico a Sudamérica. Las actividades más fuertes de su visita a este país se darán hoy y mañana, en dos misas campales donde se espera que participen más de un millón y medio de argentinos.
Apenas llegó, el Papa hizo una brevísima parada en la cárcel de mujeres el Buen Pastor, en su camino del aeropuerto hacia la Nunciatura Apostólica de Asunción, donde se alojará mientras esté en Paraguay.
En la cárcel el pontífice escuchó a 50 reclusas del coro del penal que le cantaron una canción que le prepararon especialmente.
Muchos argentinos
En sólo dos días, el jueves y ayer, casi 200.000 personas cruzaron a Paraguay para ver al papa Francisco, consignó la agencia Télam. Los puentes de Encarnación, en el límite con Posadas, Misiones, y de Clorinda, en la provincia de Formosa, son los más utilizados por los argentinos informó la Dirección Nacional de Migraciones.
Por vía telefónica, Juan Marinangeli, del seminario católico Cristo Hoy, contó que le sorprendió ver la cantidad de personas apostadas desde el día anterior a ambos lados de la ruta que conduce al aeropuerto, coreando el nombre del papa Francisco. “La gente aquí está muy emocionada. No le importa que llueva”, señaló. A medida que pasan las horas siguen llegando más peregrinos a Asunción. Ya hay 1,5 millón de compatriotas del papa y se esperan muchos todavía muchos más”, afirmó el periodista.
Antes de volar a Paraguay, Francisco visitó la cárcel boliviana de Palmasola,, ubicada en las afueras de Santa Cruz. Es la más grande del país, con 4.500 reclusos. Allí el Santo Padre escuchó a varios reos y luego lanzó duras críticas constra el sistema carcelario: “Reclusión no es lo mismo que exclusión, que quede claro, porque la reclusión forma parte de un proceso de reinserción en la sociedad”, afirmó.
Francisco permanecerá hasta mañana en Paraguay, antes de regresar a Roma.