Marianela Villalobos tiene dos sobrinos, Santino, de 2 años y 6 meses, y Mateo, de 5 meses. “Me encanta hacerlos jugar y mimarlos. Los saco a pasear, siempre al aire libre. A pesar de ser tan chiquititos aman la naturaleza, los espacios verdes”, detalla esta tía, que tiene 27 años, es licenciada en Alimentos y trabaja en una empresa exportadora.
La joven dice que los disfruta mucho, pero que también se preocupa como si fueran sus hijos. No es para menos en el caso de Santino: “cuando nació, le descubrieron que tenía una cardiopatía. Lo operaron y se le afectó una parte del cerebro. Estuvo entre la vida y la muerte. Sufrimos, pero salió adelante. Ahora, y después de muchos meses internado, está con nosotros”. “Siempre estoy preocupada por su salud y atenta a todo. Le compro lo que necesite: ropa, juguetes y hasta medicación. Trato de estar al lado de mis hermanos en todo momento y sí los aconsejo bastante, aunque tengo en claro que ellos son los padres”, comenta. “Me encanta cuidar a mis sobrinos. Los amo desde que me enteré que iban a nacer”, confiesa Marianela. Aunque todavía no tiene en planes ser madre, no descarta tener hijos en el futuro.