La esquina de avenida Sarmiento y Catamarca se llenó de luces y de colores desde que se instaló la enorme carpa azul del Circo Safari.

“Hace años que venimos la provincia y los tucumanos nos vuelven a elegir porque siempre traemos novedades”, anuncia Fernando Dresner, responsable del Circo Safari.

Se refiere, para empezar, a la pareja de payasos chilenos muy jóvenes. “Chicharra” y “Espárrago”, catalogados entre los mejores del mundo porque no solo hacen reír desde el escenario sino porque además hacen actuar al público.

Dresner reafirma la idea de que un circo sin payasos no es tal, a lo que suma la atracción que ejerce el riesgo en el trabajo en escena.

Este año lo nuevo en el Safari lo aporta un trío de chicas que hacen acrobacia aérea sobre un gran candelabro, y suben a la máxima altura de la carpa.

“Ellas son Vanesa, Jésica y María Laura, y aportan gracia y destreza en un número de gran impacto visual”, apunta.

El péndulo

Uno de los números más comentados es el del Péndulo doble -dos cilindros de dos metros de diámetro, que se mueven en un eje de 14 metros, donde el artista hace acrobacias por fuera del aro a gran velocidad, y desata la adrenalina y el griterío. Otro imprescindible es el Mago Sebastián, que junto al número del Globo de la muerte son los que los espectadores siempre quieren volver a ver, sobre todo los chicos. Para ellos está especialmente dedicado el circo, por eso han vuelto este año la Casita de Mickey y el gigante Ironman.

De Latinoamérica

La carpa alberga 30 artistas de primer nivel, de diferentes nacionalidades. Entre ellos hay argentinos, uruguayos, chilenos, brasileños, venezolanos y colombianos, y son más de 50 los asistentes que forman parte de la compañía junto al equipo técnico, sonido, coreógrafos y publicistas.

“El circo piensa en entretener del más chico al más grande. Es una salida en familia donde por dos horas ofrecemos un poco de todo. Es un combo que incluye sensaciones y tentaciones, entre luces, carpa, copos de nieve, panchos, pochoclo y fotos”, afirma Dresner. Y se apoya en un concepto: “los que pensaban que el circo no iba a sobrevivir cuando no hubiera animales se equivocaron porque la esencia se mantiene, y el Safari es una compañía muy antigua que procura ante todo ser fiel al espíritu del circo tradicional”.

FUNCIONES

• Jueves y viernes: 21.30. Sábados y domingos: 16, 18.30 y 21.30. (Avenida Sarmiento y Catamarca)