A cualquier desprevenido le hubiera costado creer que el del sábado era un partido de fase clasificatoria y no una final. No solo por el caudal de entrega de los dos equipos en cada oportunidad de roce, sino también por todo lo que exteriorizó el festejo del ganador. Además de histórico (fue el primer festejo oficial sobre Hindú), el triunfo de Lawn Tennis fue muy oportuno, porque una derrota le hubiera empañado el panorama en la carrera por la clasificación, máxime considerando que los dos partidos que restan son de visitante.

“Realmente se la vivió y disfrutó como una final. La satisfacción que sentimos fue muy parecida. Sabíamos internamente que habíamos puesto al club en los primeros planos a nivel nacional”, describe Patricio Argüello, uno de los entrenadores del mentalmente fortalecido “benjamín”.

“Era el partido que más esperábamos ganar”, coincide Diego Osa Sanz, autor del try que a dos minutos del final le devolvió a su equipo una victoria que parecía haberse escurrido entre los dedos, como una semana atrás contra CASI. “Salimos todos muertos, sin piernas, no podíamos ni hablar. Del 1 al 15, dejamos todo. Merecíamos ganar por ese sacrificio y por la seriedad con la que nos estamos tomando las cosas”, asegura el joven segunda línea, quien resultó trascendental en su debut en un Nacional.

“También tuvo un gusto especial porque yo volvía al primer equipo después de la lesión que había sufrido”, agrega Diego, afectado en su momento por una rotura de ligamentos en el hombro que compartió con su hermano Andrés. “Fue insólito. Los dos sufrimos exactamente la misma lesión, en el mismo hombro, y con apenas dos días de diferencia”, cuenta.

De laboratorio

Lo del “tennis” no fue de puro guapo. Detrás hubo una planificación del partido que tuvo en cuenta los errores y aciertos del choque de ida en Don Torcuato. “Se lo trabajó deportiva y psicologicamente desde el lunes previo. Hindú ya no era el monstruo desconocido para nosotros. Ya le habíamos conocido la cara allá, le detectamos sus falencias y virtudes”, retoma “Petu” Argüello.

“Yo no estuve en el primer partido, pero entre los resúmenes de la tele y los análisis de video creo que lo vi como 50 veces, ja ja. Habíamos perdido casi siempre en el scrum, y en los rucks, algo que también se notó contra Córdoba Athletic. Por eso trabajamos mucho en esos aspectos y creo que contra Hindú se notó”, destaca Diego.

Una combinación de resultados puede abrochar la clasificación en la próxima fecha, aunque esa palabra es una suerte de tabú en el Parque por ahora. “Si se da, bienvenida sea. Pero preferimos tomarlo como un partido más. Córdoba Athletic es un gran equipo y hay que respetarlo”, advierte Argüello.