Las hay buenas y malas; duraderas o mínimas. Algunas se disfrutan, otras se padecen. Son las rachas, ese conjunto de resultados y estadísticas que sirven de contexto para un equipo cualquiera. En este caso, la maldición parece ser dueña de La Ciudadela, donde San Martín no aprovecha su condición de anfitrión desde hace seis meses.
La condición de local le cuesta horrores al “santo” que lleva 181 días y cinco partidos sin ganar. No importa los futbolistas que salgan a jugar ni el técnico de turno que los dirija. La cábala sigue sin aparecer para tirar abajo una racha que preocupa sobremanera y, sobre todo, atenta contra la misión y obligación “sanmartiniana” de salir de la tercera categoría del fútbol argentino.
El equipo de Darío Tempesta tuvo ayer la oportunidad de cortar la sequía de triunfos enfrentando al último rival que había podido vencer en La Ciudadela. Es que el 7-0 que el “santo” le propinó a Unión Aconquija el 15 de octubre de 2014 (por fecha 10 del Federal A 2014) era y sigue siendo el último triunfo en los registros. Ni repitiendo el rival pudo torcer la historia.
¿Pesa la camiseta? ¿El entorno de tribunas llenas resulta un presión? Esa preguntas se hacen los hinchas. Sin embargo, los propios protagonistas despejan el fundamento entendiendo que una multitud alentando jamás pueden jugar en contra del equipo. Al contrario... Sin embargo, los números no mienten y explican que jugaron ya nueve puntos de local en el torneo y apenas pudieron sumar tres. El 1-1 de ayer y el mismo empate con Concepción FC en el debut, más el 0-0 de la segunda fecha con Altos Hornos Zapla, son los resultados que este año se acoplaron a los que siguieron luego de aquel 7-0 sobre los “estancieros”. Sin contar la Copa Argentina, luego de la goleada por el Federal A anterior pasaron un 1 a 1 con Gimnasia y Tiro de Salta por la fecha 12 y un 1-2 con Central Córdoba de Santiago del Estero por la 14, derrota que lo dejó sin clasificación.