ANKARA/ROMA.- Las declaraciones de ayer del papa Francisco con motivo del centenario del genocidio armenio, “el primero del siglo XX”, no fueron bien recibidas en Turquía, cuyo Gobierno llamó a consultas al embajador del Vaticano.
El sumo pontífice se pronunció sobre este capítulo de la historia en el marco de una misa celebrada en la basílica de San Pedro en presencia del patriarca Karekin II, cabeza de la Iglesia católica de Armenia.
Sus palabras causaron descontento en Ankara, donde el Ministerio de Exteriores convocó al nuncio en Turquía y poco después llamó a consultas a su embajador en el Vaticano.
“En el siglo pasado la humanidad vivió tres grandes tragedias sin precedentes. La primera, considerada como el primer genocidio del siglo XX, golpeó al pueblo armenio, la primera nación cristiana, así como a católicos y ortodoxos sirios, asirios, caldeos y griegos”, señaló el pontífice.
“Obispos y sacerdotes, religiosos, mujeres y hombres, mayores e incluso los indefensos niños y los débiles fueron asesinados”, recordó. Los otros dos genocidios del siglo pasado “fueron los perpetrados por el nazismo y el estalinismo”, agregó el Papa.
Los armenios consideran un genocidio la persecución del Imperio Otomano contra su pueblo. Durante la I Guerra Mundial, millones de armenios fueron expulsados del territorio otomano y muchos asesinados. Según distintas fuentes, las deportaciones entre 1915-16 causaron la muerte de entre 200.000 y 1,5 millón de personas. Turquía, sucesora jurídica del Imperio Otomano, rechaza referirse a los hechos en términos de genocidio y asegura que lucharon contra la sublevación de las milicias armenias, apoyadas por el Gobierno ruso.
El patriarca Karekin II agradeció ayer las palabras de Francisco al final de la misa. “El genocidio armenio es un hecho inolvidable e innegable de la historia, enraizado en la historia moderna y en la conciencia del pueblo armenio”, afirmó.
Por su lado, el presidente armenio, Serzh Sarsyan, dijo que las palabras del Papa son una “fuerte señal” para la comunidad mundial y destacó: “un genocidio que no se condena es un peligro para toda la humanidad”.
El Papa pidió además por la paz entre Armenia y Turquía. “Que Dios garantice que los pueblos retomen la senda de la reconciliación, y que la paz también brote en Nagorno Karabaj”, pidió Francisco, refiriéndose a un territorio que disputan Armenia y Azerbaiyán. (DPA)