CIUDAD DE PANAMÁ.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner consideró “absurdo” que potencias como Estados Unidos y Gran Bretaña califiquen a Argentina y a Venezuela, respectivamente, como “amenazas” y cuestionó las “nuevas formas sutiles de intervención” aplicadas por los países desarrollados. Sostuvo la idea de que ningún país del continente americano puede ser considerado una “amenaza” para las grandes potencias, durante el discurso que brindo en el plenario de mandatarios de la VII Cumbre de las Américas.
“Ningún país del continente americano puede ser una amenaza para Estados Unidos”, enfatizó la Presidenta, tras lo cual opinó que “es ridículo siendo que Estados Unidos es la mayor potencia militar, financiera y científica del mundo que tiene un presupuesto de u$s 640.000 millones”.
La jefa de Estado habló después del que lo hicieran Barack Obama, y Raúl Castro, que coincidieron por primera vez en esta cumbre, Así, la presidenta calificó de “ridículo” el decreto firmado por Obama, para declarar a Venezuela una “amenaza” para la seguridad de su nación y luego trazó un paralelismo entre esa situación y la actitud del gobierno británico con la Argentina por la situación en Malvinas.
“Con un presupuesto militar de casi u$s 60.000 millones, 2,3% del PBI dedicado a defensa, resulta absurdo que Reino Unido considere a mi país una amenaza”, enfatizó.
Al hablar luego del presidente cubano, Cristina propuso un reconocimiento al pueblo cubano “porque luchó por más de 60 años con una dignidad sin precedentes y con un pueblo que sufrió y sigue sufriendo muchísimas penurias, y fue conducido por líderes que no traicionaron su lucha sino que fueron parte de ella”. Cristina marcó un contrapunto con Obama, quien había dicho no estar interesado “en ideología y cosas que sucedieron cuando no había nacido” y se había retirado de la sala luego del discurso de Castro. La Presidenta dijo que a ella le encanta “la historia, porque ayuda a entender lo que pasa y prevenir lo que puede llegar a pasar” y continuó: “La historia enseña que para entender porqué pasaron las cosas. No hay que tenerle miedo ni a la historia, ni a las ideologías”. (Télam)