CIUDAD DE PANAMÁ.- Barack Obama y Raúl Castro se encontrarán este viernes en la Cumbre de las Américas en Panamá, símbolo del deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba tras más de medio siglo de enconado conflicto.
Obama y Castro hablaron por teléfono, ayer, antes de viajar a Panamá, pero la imagen de un apretón de manos inmortalizaría el momento que refrenda su decisión, anunciada sorpresivamente el 17 de diciembre, de normalizar las relaciones, rotas dos años después de que Fidel Castro llegó al poder en 1959.
Ambos líderes ya estrecharon sus manos en 2013 en Sudáfrica, donde asistieron a los funerales de Nelson Mandela, pero este encuentro adquiere mayor relevancia a partir de las recientes conversaciones que los dos países iniciaron para reanudar relaciones diplomáticas después de 50 años bajo la figura del "deshielo".
Como otra señal de acercamiento, en lo que fue la reunión de mayor nivel en cinco décadas, el secretario de Estado John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, conversaron en Panamá a puerta cerrada.
En una acelerada secuencia de acontecimientos que mejoran notablemente el clima de la cita, Obama recibió el jueves la recomendación del Departamento de Estado de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores de terrorismo, según el senador Ben Cardin.
La VII Cumbre de las Américas dará inicio formal hoy por la tarde, en el Centro de Convenciones Atlapa, en el sur de Ciudad de Panamá.
Recién para las 19 hora local (las 21 en la Argentina) está previsto el comienzo de las deliberaciones, que culminarán mañana sin documento final por desacuerdos entre las delegaciones, pero toda la atención del día estará puesta fuera del recinto, en el envío de señales entre los países que han ganado el protagonismo de la Cumbre. (Télam-Reuters)