SANTIAGO DE CHILE.- Miles de profesores y estudiantes chilenos se manifestaron por las calles de Santiago para reclamar por la educación pública y para pedir una nueva carrera profesional para los docentes que mejore sus condiciones laborales.

La movilización, convocada por el Colegio de Profesores y respaldada por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), empezó en la céntrica Plaza Italia, habitual punto de partida de las protestas, y la columna de manifestantes se desplazó por la Alameda, la principal avenida de la capital, sin que se registraran incidentes. Los profesores exigen al Ministerio de Educación destrabar algunos puntos conflictivos del proyecto de ley para reestructurar la profesión docente, uno de los ejes de la reforma educacional que impulsa la presidenta Michelle Bachelet.

Los principales desacuerdos entre el Gobierno y los docentes frente a este proyecto, que empezará a tramitarse en el Congreso en las próximas semanas, se centra en las remuneraciones, la universalidad de la carrera y que no se puedan perder derechos adquiridos.

Los organizadores estimaron la participación en la marcha en unas 40.000 personas, mientras que la policía advirtió que fueron unas 3.500.

La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a los universitarios, apoyó la movilización y convocó una nueva manifestación para el 16 de abril junto a estudiantes de secundaria para pedir que se acelere el fortalecimiento educativo y mostrar su descontento con los escándalos de corrupción que se han destapado en el país en los últimos meses.

Acosada por el caso de corrupción que involucra a su primogénito, Sebastián Dávalos, varias investigaciones judiciales abiertas a políticos oficialistas y opositores por la financiación de las campañas y los graves problemas que provocaron las tormentas y deslaves en el norte, Bachelet sufre una fuerte caída en su imagen.

Ayer, el líder de su formación política, el partido socialista chileno, el diputado Osvaldo Andrade, criticó a Bachelet. “Lamentablemente estamos ante una crisis severa de liderazgo de la presidenta”, dijo Andrade, correligionario de la jefa de Estado, de quien fue además su ministro del Trabajo en su primer gobierno (2006-2010).

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, desestimó la apreciación y aseguró que la mandataria sí se hace cargo de la crisis de confianza que afecta a toda la élite política. Las múltiples dificultades que afronta, llevaron a la mandataria a suspender su participación en la Cumbre de las Américas que se celebrará desde hoy en Panamá. (Télam-DPA)