Llenó el tanque de nafta y viajó sin parar hasta Andalgalá. Fueron más de 200 kilómetros los que recorrió Víctor Concha -técnico de Sportivo Guzmán- para ver en acción a Estudiantes de Santiago del Estero, rival que disputó en suelo catamarqueño los cuartos de final contra Vélez Sarfield y que deberá visitar el domingo, a las 17, por la primera semifinal del Federal C.

“Puedo asegurar que enfrentaremos a un rival de cuidado. No pude filmar el partido, pero anoté cada uno de los detalles que me permiten saber cómo se mueve el equipo. Cuál es su punto alto y cuál su punto débil”, reveló sin dramas el entrenador en una charla con LG Deportiva.

El análisis que Concha realizó del enemigo le dio tranquilidad para planificar los trabajos semanales pensando en un duelo clave para las aspiraciones de los “julianos”. “Todo lo que hice allá me permitirá planificar el partido a nuestra conveniencia”, recalcó el DT, detallista en cada uno de los puntos.

Concha tiene una idea fija en la cabeza y esa es la confrontación con los santiagueños que llegan como candidatos a lograr una de las plazas disponibles para el ascenso. “Pero son partidos de 180 minutos y no nos podemos equivocar. Un error nos puede dejar afuera. El domingo jugaremos la primera posibilidad y saldremos con la idea de conseguir un resultado que nos permita definir la llave con tranquilidad en casa”, se ilusiona el entrenador.

Según el DT, en sus registros no sólo aparecen jugadores o tácticas del rival; también el propio Alpidio Elizeche, DT de Estudiantes. “Cuando vine a jugar en Sportivo Elizeche estaba de técnico y me promovió al plantel superior. Sé cómo piensa y cómo plantea los partidos”, revela Concha, confiado en poder usar todo ese conocimiento en su favor.

“No quiero equivocarme, pero de acuerdo a lo que vi, de esta llave surgirá el equipo que logrará el ascenso. Ojalá que seamos nosotros. Estamos muy ilusionados y los jugadores muy comprometidos en hacer realidad este gran sueño”, dijo Concha, al que ni los largos kilómetros de distancia pudieron frenar en su afán de preparar de la mejor manera un duelo histórico.