Es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. Sin la ciencia, el hombre no habría logrado tantos adelantos como los que permanentemente se suceden.

Entre sus muchos logros, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha señalado que el desarrollo científico ha permitido ampliar la esperanza de vida y se han descubierto tratamientos para muchas enfermedades. La producción agrícola se ha incrementado enormemente en muchos lugares del mundo para atender las crecientes necesidades de la población. Las tecnologías basadas en nuevos métodos de comunicación, tratamiento de la información e informática han suscitado oportunidades, tareas y problemas sin precedentes para el quehacer científico y para la sociedad en general. Pero también, el organismo internacional ha indicado que las aplicaciones de los avances científicos y el desarrollo y la expansión de la actividad de los seres humanos han provocado también la degradación del medio ambiente y catástrofes tecnológicas, y han contribuido al desequilibrio social o la exclusión.

En nuestra edición del domingo, hemos difundido que la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Anpcyt), que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, ha comenzado a ofrecer becas, subsidios y fondos concursables con el objetivo de estimular el desarrollo de emprendimientos científicos, con impacto real en la economía de Tucumán. Los destinatarios son estudiantes que cursan los últimos años de sus carreras, así como emprendedores y empresas que se dediquen a la investigación científica. Según anticipó un directivo de la Anpcyt, se analizarán las posibilidades de desarrollo y el éxito económico de las propuestas antes de aprobar la asignación de los recursos de financiación. También habrá Fondos de Innovación Tecnológica (FIT), que tiene por objetivo financiar proyectos presentados, en forma conjunta, por empresas privadas y por instituciones dedicadas a la investigación y la ciencia. “El objetivo de estos recursos es impulsar la participación del sector privado. Los proyectos que se presenten deben concursar para recibir los FIT y deben ser útiles y aplicables en la realidad local”, dijo. Agregó que la entidad también ofrece préstamos para desarrollos productivos, siempre y cuando tenga impacto real en la economía, a una tasa moderada.

Todo apoyo al desarrollo científico es, por cierto, relevante. De particular importancia, es que se integre a los estudiantes y que además los proyectos tengan una vinculación directa con Tucumán. En octubre de 2008, el Ministerio de Ciencia y Técnica e Innovación Productiva de la Nación tuvo la buena idea de lanzar el programa “Los científicos van a la escuela” para arrimar a los chicos a la investigación y a las ciencias duras. Se debería profundizar esta iniciativa fomentando realización de ferias de ciencias en cada establecimiento educativo, capacitando y estimulando al docente.

La ciencia debe jugar un papel destacado en la sociedad. En la década de 1990, durante una de sus visitas al país, un ex jefe de Estado español pronosticó que el poder en el siglo XXI lo tendrían aquellas naciones que desarrollaran la ciencia y la cultura. A mayor educación y ciencia, mayor progreso.