La elevación de costos internos, la volatilidad de distintas monedas -con su consecuente caída de demanda a nivel mundial- apareja una caída de rentabilidad notoria a las producciones primarias, advierte Raúl Robín, titular del área de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Frente a esa realidad, Robín considera que el Gobierno debe tratar de dar una solución individual a cada complejo agropecuario.“Solicitamos además la eliminación de las retenciones a las producciones de las economías regionales”, indicó al hablar del encuentro que los referentes zonales mantuvieron con el ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela.“Entendemos que tienen una baja incidencia en la recaudación fiscal y atenuaría en forma considerable la caída de la rentabilidad en nuestras producciones”, remarcó.
La situación de las economías regionales tienden a complicarse. “Deliberadamente, el Gobierno apeló al atraso cambiario, como ancla inflacionaria, con el fin de que no se le escapen los precios”, afirmó a DINERO Daniel Abad, director del Centro de Estudios Sociales y Económicos del NOA (Cesnoa).
A su criterio, un dólar barato hace que las exportaciones se hagan con un valor cercano a los $ 9, cuando en la realidad ese precio debería ser un poco más alto, con la idea de que las distintas zonas del país obtengan ingresos mayores con las exportaciones regionales.
Abad considera que un menor precio en pesos como consecuencia de un dólar barato y la inflación de los costos internos (aumentos por paritarias, incrementos en el valor del flete y en los incusmos) atentan contra la competitividad regional. “El perjudicio es doble, porque una venta en pesos porque las ventas no se ajustan por inflación y, a la vez, la inflación de costo achica y en algunso casos elimina los márgenes de ganancias”, acotó.
Según el titular del Cesnoa, es fundamental avanzar en políticas graduales que tiendan a bajar la inflación, además de recrear la confianza en el país, con el fin de que mejoren las operaciones de comercio exterior.
“En ese contexto, podríamos observar que las exportaciones flucturarían entre el valor del blue y del oficial, restableciendo de esa manera los márgenes de ganancias empresariales”, puntualizó.
Según su entender, esto se logra con un programa integral que no solo implique la reducción paulatina de la inflación, sino también la eliminación gradual del cepo cambiario. “Con mayores costos y con caída de los precios internacionales, los empresarios se encuentran en el peor de los mundos”, concluyó.