El martes a las 21, dos mujeres se encontraban conversando en la puerta de un negocio ubicado en Bolívar 870, cuando sufrieron un asalto. La dueña del local, que conocía a las jóvenes, había salido cuando ocurrió el robo.

Según se puede ver en las imágenes enviadas a LA GACETA por WhatsApp, dos hombres en moto se acercaron a las jóvenes, uno de ellos se bajó, golpeó a una de las mujeres y le robó el celular. Después entró al local, donde la otra mujer había tirado su teléfono y se lo llevó.

Según contó Carla Leiva la propietaria del local a LA GACETA, tras el robo fueron a hacer la denuncia a la Comisaría II, donde, según describió, tuvieron que esperar que termine el partido que jugó la selección argentina para que le tomen la denuncia. De allí, las mandaron a la Brigada para que el médico constate las lesiones que habían sufrido una de las jóvenes. Allí, les dijeron que no había nadie que recepcione la revisión médica, por lo que les pidieron que vuelvan al día siguiente.

Finalmente, Leiva y sus dos amigas fueron a la Patrulla Urbana, para pedir que ubiquen a personal policial en la zona. Según explicó la mujer, que también vive en la zona, desde hace seis años que tiene ese comercio, y jamás vio un policía en la cuadra. "Me pidieron que haga una nota con al menos 100 firmas para darle curso al expediente, y que la presente en varias dependencias de la policía", continuó.

"Ante mis reclamos, en los tres lugares me dijeron lo mismo, que hay que ser más precavidos, que esto pasa todos los días y que no podemos andar con los celulares o la cartera en la calle. Entonces yo, que trabajo, tengo que estar encerrada y los ladrones pueden hacer lo que quieren", protestó Leiva, que se tuvo que resignar a que sus dos amigas se queden sin celular y sin justicia.