Que cinco hermanos se lleven bien pese a la diferencia de edades, no es sencillo. Sin embargo, los Palacio pueden considerarse la excepción a la regla. Pablo, el mayor, siente admiración por el “famoso” de la familia. “Me siento feliz por él. Admiro la dedicación, la constancia, el esfuerzo y el sacrificio que pone para jugar al tenis, algo que lo apasiona. Aprendemos mucho de él”, afirmó.
Francisco, el más tímido (“esto lo editás después, ¿no?” preguntó antes de responder), también lo elogió: “‘Facu’ es el orgullo de nuestra familia porque en el día a día se prepara para alcanzar metas y lo logró. Comparto la habitación con él en casa y estos días que estuvo afuera lo extrañé un montón. Admiro su fortaleza y las ganas que pone para superarse”. Por su parte, los más chicos, Martín y Bautista, coinciden: “nos gusta cómo juega y es un buen hermano”.