BUENOS AIRES.- Jorge Geónimo Capitán, procesado por la Justicia Federal de Tucumán, acusado de haber participado de secuestros, torturas, homicidios y abusos sexuales durante el Operativo Independencia, camina por las calles del porteño Barrio Norte, en abierta violación de la prisión domiciliaria ordenada por el juez Daniel Bejas. Así quedó registrado en fotos, que difundió esta mañana el portal "Infonews".
Por "razones de salud", fue autorizado a dar vueltas a la manzana de su casa, ubicada en Barrio Norte, de la Capital Federal. Pero los recorridos del imputado por homicidios y otros crímenes de lesa humanidad se extienden hasta 10 cuadras.
Las fotografías que lo muestran en ropa deportiva, caminando en soledad, a casi 10 cuadras de su departamento, lo muestran violando la autorización que tenía para caminar durante 45, a la vuelta de la manzana de su casa, acompañado por una guardadora legal.
Para la Justicia Federal, Capitán realizó "un aporte esencial para el funcionamiento del centro clandestino de detención 'La Escuelita de Famaillá'" durante 1975, cuando el gobierno de "Isabelita" Martínez de Perón autorizó el Operativo Independencia, en Tucumán. Al militar retirado se le adjudicaron homicidios triplemente agravados, torturas, vejaciones y participación en secuestros durante el terrorismo de Estado.
Los paseos fueron capturados en tres ocasiones. Los primeros registros corresponden al 17 de junio de 2014. La segunda serie corresponde al 28 de diciembre del mismo año. Y la última, al sábado pasado.
En el barrio es vox populi que un represor sale a caminar con disciplina castrense todos los días, a las 11. Y jamás se circunscribe a la manzana de su domicilio. Sale solo y cada tanto se lo ve subir a un patrullero "cuando va al médico", comentaron los vecinos.
En un apartado del procesamiento contra Capitán, firmado dos años atrás, Bejas libró oficio a la Policía Federal para que cumpla rondas diarias de custodia en el domicilio del ex militar "informando quincenalmente a este juzgado los movimientos registrados en los mismos".
También había pedido que la medida fuera supervisada por el Patronato de Liberados. Según ordenó Bejas, el Patronato tenía que presentarse "semanalmente y sin previo aviso de visita" en el departamento del genocida.
Además de Capitán, en aquella resolución, se había ordenado a la Federal vigilar los domicilios de otros tres represores: José Luis del Valle Figueroa, Ernesto Chávez y Alberto Svendsen.