BRASILIA.- Mientras dos empresas aceptan, a cambio de menores sanciones, haber sido favorecidas por contratos de Petrobras, una de las constructoras contratistas acusó a José Dirceu, ex jefe de Gabinete del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, de haber usado su empresa de consultoría para recibir dinero desviado de la petrolera estatal, informa ayer el diario “Folha de Sao Paulo”.
El escándalo que conmueve al sector político de Brasil, en especial al Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Vilma Rousseff, más el pedido de opositores de que también se la investigue a la mandataria, puso al borde la crisis al país.
El escándalo por sobrefacturación en los contratos y el desvio de fondos hacia políticos del PT y de la oposición, llevó a que dos empresas (Setal Engenharia y SOG Oleo e Gas) admitieran ante el estatal Consejo de Administración de Defensa Económica (CADE) que formaron parte de un cartel que conformaron 23 empresas para repartirse los contratos de Petrobras a cambio del pago de millonarios sobornos.
Dirigentes de las dos empresas confesaron su participación en el que llamaron “Club de las Emprendedoras”, ofrecieron informaciones sobre el funcionamiento del cartel y presentaron documentos que pueden servir como pruebas de sus acusaciones. Mediante el acuerdo de confesión, el CADE le ofrece una reducción de hasta dos terceras partes de la multa y también puede librarlas de otras sanciones (préstamos bancarios).
Según la prensa, el 61 % de todas las compras hechas por Petrobras entre 2003 y 2012, por un valor de unos U$S 66.700 millones, fue adjudicada a empresas “invitadas” a cotejar precios y no por licitación.
También el presidente de la firma UTC Engenharia, Ricardo Pessoa, que está preso, denunció a Dirceu, ex “hombre fuerte” de Lula da Silva, que cumple prisión domiciliaria tras la condenado a 10 años de cárcel por liderar una red de pago de sobornos a legisladores a cambio de respaldo al ejecutivo durante el primer gobierno de Lula.
Los pagos hechos a Dirceu correspondían al 2% del valor de los contratos que UTC firmaba con Petrobras.
Este caso llevó a la presidenta Rousseff a una de sus peores marcas de aceptación de su gestión de su segundo mandato. Incluso, una de las fundadoras del PT, Marta Suplicy, confirmó que abandonará el partido. (DPA)