El presidente del Colegio de Abogados de Tucumán, Francisco García Posse, negó que haya una crisis en la comisión directiva de la institución. La versión había surgido a partir de que se conocieron las renuncias de tres integrantes de la conducción del colegio y el pedido de licencia de otra persona. Dimitieron Carlos Valls (era IV° vocal titular), la madre de este, María Gilda Pedicone de Valls (se desempeñaba como directora Académica de la Escuela de Graduados del Colegio), y Jorge Contrera (renunció a la dirección del Consultorio Jurídico Gratuito. En tanto, José María Adle solicitó licencia por ocho meses al cargo de secretario del Consejo Directivo. El único que fundamentó por escrito los motivos de su renuncia fue Contrera. En el texto, deslizó críticas para la conducción del Colegio de Abogados.
“La interpretación (de una crisis) no es correcta. No veo cuál es el problema de que haya renuncias y pedidos de licencia. Los consejeros piden licencia por razones particulares; en un caso, me consta que tiene que ver con actividades propias de la persona; (Pedicone de Valls) renuncia porque asumió compromisos con otras entidades, y Contrera, porque, él mismo dijo que lleva ocho años allí y es mucho tiempo”, señaló García Posse.
En sus justificaciones, Contrera había deslizado una ironía. “En lo político siento que mi ciclo terminó, los casi ocho años (en el cargo) no fueron méritos para ser llamado a descubrir la placa de inauguración de nuestra nueva sede”, había lamentado. García Posse desestimó esto como motivo de dimisión. “No tiene que ver con la renuncia; la inauguración fue el año pasado y él renuncia ahora”, dijo.
Sobre el final, el titular del colegio insistió en que no hay crisis: “no veo que haya ninguna situación; son cuatro casos particulares, cada uno con sus motivaciones”.