BUENOS AIRES.- El fútbol nuestro de cada día no para de lamentar hechos de violencia. Juan Franco, el masajista de Lanús agredido el domingo antes del comienzo del partido con Godoy Cruz en Mendoza, fue operado con éxito por desprendimiento de córnea en su ojo izquierdo. Franco resultó afectado al recibir el impacto de un rollo de papel lanzado desde la popular del “tomba” cuando se encontraba cerca del arco que ocupó el arquero Fernando Monetti en el primer tiempo.

En tanto, el hincha de San Lorenzo Esteban Otero atraviesa un cuadro complicado por una severa lesión en la columna vertebral, producto colateral de un accidente fatal ocurrido en el Nuevo Gasómetro. Otero, de 33 años, estaba acompañado por su hijo de cuatro años cuando recibió el golpe del cuerpo de Pablo Giménez, el hincha que murió el domingo al caerse desde varios metros de altura de una tribuna del estadio. (Télam-DyN)