Durante la última década, los cambios de ciclos económicos marcaron a fuego el comportamiento del mercado laboral. Así, durante los años de expansión de la actividad, el sector privado potenció la generación de puestos laborales hasta superar los seis millones de empleos. Sin embargo, en el último bienio se fue desacelerando el ritmo de creación de empleos formales y, en consecuencia, el Estado salió a compensar esta situación con una activa participación en el mercado.
Según estimaciones de la consultora NOAnomics, en 2014 se arribó a un total de 1.997.769 de empleados públicos provinciales para las 24 jurisdicciones, tan solo 21.000 agentes más que en 2013 y una variación anual de un 1,1%.
“Este porcentaje contrasta con el 3,4% de crecimiento promedio anual que se obtiene en el período 2003 a 2014 y marca una ralentización en la expansión de la planta, producto de la desaceleración de ingresos y prudencia fiscal desde el lado del gasto que exhibieron la mayoría de las provincias durante el año pasado”, puntualiza el reporte de la consultora que encabeza Félix Piacentini.
Así, el 1,1% de aumento anual se convierte en la tasa de crecimiento más baja desde 2002, para el que se había observado la única variación negativa de la serie, del 1,3%, precedido por el menor incremento, del 0,3%, registrado en 2001.
Y esto es todo un problema porque marca la pauta de que el sector público está al límite de su capacidad de sostener y alentar el empleo, ya que el gasto salarial en la mayoría de las provincias representa más del 52% del presupuesto anual.
Por provincia, dice NOAnomics, hay mucha heterogeneidad alrededor del promedio. En 19 provincias se observa un incremento del empleo público en 2014 con relación al año anterior, encabezando San Juan con un muy relevante 9,6%, Salta con 5,6%, Formosa con 5% y Misiones que muestra un 4,2%. Alrededor del 2% se encuentran, en orden descendente, Entre Ríos (2,5%), Santiago del Estero (2,4%), Neuquén (2,3%), Tierra del Fuego (2,3%), Tucumán (2,3%), Catamarca (2%), Santa Fe (1,8%) y Córdoba (1,7%).
En tanto, cerca del promedio aparecen Ciudad Autónoma de Buenos Aires -CABA- (1,4%), Mendoza (1,3%), San Luis (1,1%) y La Pampa (1,1%).
Con plantillas prácticamente congeladas se destacan Corrientes y Jujuy, que sólo aumentaron empleados en un 0,3%, y la provincia de Buenos Aires, para la que estimamos una variación nula.
También resulta interesante comparar el comportamiento del empleo público en 2014 con el del sector privado formal (o en blanco), del que se tiene información por distrito hasta el tercer trimestre de 2014. En 15 de las 22 provincias consideradas, los puestos de trabajo del sector púbico subieron más que los privados: San Juan, Salta, Formosa, Misiones, Entre Ríos, Tierra del Fuego, Tucumán, Catamarca, Santa Fe, Córdoba, CABA, Mendoza, La Pampa, y Buenos Aires, indica el reporte.
De este ejercicio se desprende la conclusión que, aun con una desaceleración respecto de los últimos años, en la mayoría de los distritos el principal generador de puestos de trabajo en blanco el año pasado ha sido el sector público provincial, y en algunos casos ha compensado caídas muy profundas en el empleo privado. Esa condición se reflejó en San Juan (-9,6%) y Tierra del Fuego (-3,5%).
Desde 2003 la dotación se ha incrementado un 45% para el consolidado de las 24 jurisdicciones. En el podio de creación de empleo estatal se encuentran Tierra del Fuego (111%), Catamarca (85%) y Salta (68%). También por arriba de la media se lista a Chubut (64%), Santa Cruz (62%), Corrientes (56%), Buenos Aires (55%), Chaco (54%), Jujuy (52%), Santiago del Estero (50%), Neuquén (49%) y Tucumán (49%).
Aunque 2014 fue una breve pausa, la bomba de tiempo del empleo público sigue activada y el tic tac sigue sonando, considera la consultar NOAnomics.