El cuadro generó sorpresa. En El Cadillal pescadores y personal de la dirección de Flora y Fauna detectaron una importante mortandad de pejerreyes especialmente, aunque también detectaron sábalos y bagres flotando en el agua.

Los especialistas del organismo destacaron que, a pesar de que los ejemplares aparecieron en la zona del embarcadero, creen que la mayoría murió en la zona del río Tapia y que desde allí fueron arrastrados por el viento.

Los técnicos de Flora y Fauna no pudieron precisar la cantidad de peces muertos, pero si aseguraron que es importante. Los ejemplares fueron enviados a laboratorios para que se determine la causa de su muerte. Se cree, por la cantidad de barro encontrada en sus agallas, que las crecientes de los ríos tuvieron que ver en este fenómeno.