Las mil y una
Los seguidores de “Las mil y una noches” -exitosa serie televisiva turca que permite llorar y reír frente al televisor o junto a él, se sienten apasionados con sus personajes y sus correspondientes aventuras y desventuras, viviendo así una curiosa mezcla de romanticismo, ternura y realidad. Es que las desdichas que amenazan a la bellísima Sherezade son múltiples. Su primer marido, cuyo padre multimillonario se había opuesto a la boda, muere en un accidente, dejando un hijo de la pareja gravemente enfermo y requiriendo de una costosísima operación de transplante. Sherezade, destacada arquitecta, no tiene el dinero necesario y espera conseguirlo sin perder su dignidad. Aguarda ayuda de su jefe Onur. Pero Onur, coloso, hermoso, todopoderoso y sabroso, se hace el oso. Sherezade se entera de que Onur es de esos que ofrecen dinero a cambio de sexo, dejándola en la tragedia de optar entre su amor maternal, salvando a su hijo, o la pérdida de su dignidad. Sherezade propone a Onur una amistad pura, un afecto noble y hasta una docena de sfijas, pero nada es suficiente. Tiempo más tarde se rumorea que Onur podría haber muerto en un accidente aéreo. Kerem, un amigo íntimo de Onur, tiene inclinaciones eróticas por Sherezade quien, a su vez, especula con su amor o al menos con un crédito. ¿Habrá final feliz para la pareja? (¿y para cuál pareja?). Finalmente se sabe que el ex suegro había desaprobado la primera boda porque quería a Sherezade no como nuera sino para decorar su dormitorio sin importarle el nieto enfermo. Sherezade trata de pagar la operación con el plan “Ahora 12”, sin intereses, pero no le alcanza. Desesperada quiere demostrar que es algo más que una cara bonita, justo cuando sus admiradores no le miran el rostro precisamente. Reaparece Onur desmintiendo haber ofrecido dinero a cambio de sexo, aunque sí al revés: sexo a cambio de dinero por ser doblemente ventajoso. Luego se conocerá que Onur sobrevivió al accidente aéreo admitiendo que casi muere ante la posibilidad de que no le acrediten los puntos por el millaje recorrido. En fin: antes, ahora y siempre, aún cuando nos hagan las mil y una, los argentinos, niños empedernidos, seguimos amando los cuentos.
Osvaldo Aiziczon
Aiziczon@arnet.com.ar
Las novelas de la realidad
El lector Luis Vides Almonacid, en su carta “Las novelas de la realidad” (13/3), a mi modesto entender, agrede a la gente de menos recursos; en el guión de la obra (Reincidentes voluntarios de las inundaciones), trata a esta gente de ignorantes inundados; lo suyo a mi entender es una afrenta y deshonra su calidad de vida, que suponemos que no es buena, ya que quien vive en precariedad y marcada indigencia, es porque la vida no le sonrió, y tal vez Dios por ahí no pasó. Con relación al Maniqueísmo Argentino, obra en la que, según el lector, esta mujer es la estrella principal, a mi entender falta el respeto a la investidura presidencial; hay quienes no saben que el maniqueísmo es una sexta formada en el siglo III después de Cristo, y que el principio fundamental es el dualismo, u oposición irreductible , de dos principios divinos, el bien y el mal; no todos saben que el dualismo es la creencia religiosa de algunos pueblos de la antigüedad, que consideraban que el Universo era mantenido por dos principios opuestos. El lector agrede a los que de alguna forma defendemos las instituciones, no el kirchnerismo; es indudable que hizo un rápido control de los inventarios de bienes de uso del Estado Nacional; donde aparece ya un avión cero km, y la desaparición de 26 aviones hidrantes. ¿Por qué no realiza la denuncia penal de los elementos desaparecidos? Sería un gran aporte para intentar limpiar de malas personas el país, y que lo suyo no quede como un mentecato, y que su persona no aparezca como un misántropo, abatido y derrotado. En cuanto a los billetes de nuestra moneda circulante, los denomina “apócrifos”; sabemos que son auténticos, legítimos y verdaderos, quizás desnaturalizados y con poco poder adquisitivo. Habla de los nostálgicos de los 70, y de los subversivos del 60/70, es indudable que le flaquea la memoria, no le permite recordar que entre 1960 y 1970 hubo dos golpes de estado (1962/1966). En este último y con la presidencia de Onganía, que vino a Tucumán a celebrar el sesquicentenario de nuestra independencia; en su gestión se cerraron 11 ingenios azucareros ¿De qué nostálgicos habla? El exteriorizarse de los nostálgicos de los 70 –los subversivos , en qué vereda estuvo, que quiere un cambio radical en nuestro país? Debe saber que el terrorismo de Estado instalado en 1976 tenía un plan sistemático de exterminio y utilizó múltiples acciones en contra de una gran juventud pujante.
Carlos A. Drube
San Martín 51
San Pablo
Tragedia que se pudo evitar
Tucumán vuelve a padecer una de las peores inundaciones de su historia con consecuencias sociales, ambientales y económicas que se traducen en pérdidas de infraestructura pública, cultivos, destrucción de viviendas y bienes de decenas de miles de personas. El Gobierno provincial reacciona trasladando gente de las zonas afectadas suministrándole alimentos, agua, medicamentos y colchones creyendo con su actitud cumplir con su misión presentando lo acontecido como inevitable. Nada más lejos de la verdad, las inundaciones se podrían haber evitado o en el peor de los casos, se podría haber reducido notablemente sus efectos. En 1993 frente a una situación similar se realizo un Seminario-Taller organizado por la Legislatura (que entonces presidía) conjuntamente con la Universidad Nacional de Tucuman y la Universidad Tecnologica Nacional, que contó con la participación de profesionales y técnicos conocedores y entrenados en las diferentes disciplinas con la finalidad de proponer un plan que permita controlar las inundaciones generadas en la cuenca superior del Río Salí. Se tomó como base de información un trabajo conformado por 25 tomos y 130 mapas preparado por Agua y Energía y financiado por el Consejo Federal de Inversiones en cuya formulación intervinieron 40 profesionales. Las acciones propuestas en el plan para la sistematización de cuencas incluían la corrección de torrentes en montaña de arriba hacia abajo, la reforestación de los bosques protectores de laderas, construcción de embalses para cubrir déficits periódicos y regular crecientes, algunos de ellos con capacidad de generar energía eléctrica, con el objetivo de disminuir la velocidad de agua y el arrastre de sólidos , efectuando en la llanura un sistemático y permanente mantenimiento de los cauces en ríos y arroyos. Entre las obras importantes a realizar estaban los diques Potrero del Clavillo, Potrero de las Tablas, obras de protección de márgenes de ríos y arroyos en ciudades , el aprovechamiento energetico La Agostura -Los Sosa y la construcción de sistemas para uso de riego. La ejecución de la propuesta se estimaba en 20 años; suponía una inversión total de 1.130 millones de dólares con beneficios a obtener solamente en concepto de generación de energía eléctrica y mayor producción agropecuaria del orden de 110 millones de dólares anuales sin considerar otros beneficios como ser la provisión de agua para poblaciones e industrias, promoción de actividades turísticas, deportivas y la generación de trabajo genuino. El monto a invertir se podría haber financiado a 20 años con créditos internacionales de muy bajas tasas de interés, lo que hubiera supuesto pagos anuales perfectamente asumibles con el beneficio a obtener con márgenes suficientes para el mantenimiento de la operatividad del sistema y que supondría un porcentaje pequeño del presupuesto anual de Tucumán, que hoy asciende a 3.500 millones de dólares. El Gobierno no puede limitarse sólo a actuar sobre las consecuencias de fenómenos que pueden controlarse trabajando sobre las causas.
Julio Díaz Lozano
jcdiazlozano@arnet.com
El campo y los campesinos
Estoy profundamente consternado por la grave situación que están pasando miles de familias a raíz de las tremendas inundaciones que azotan a nuestro suelo. La verdad siempre llega, a veces antes, otras después y el problema es que no tiene remedio. “Todos somos el campo”, rezaban carteles y pregonaba mucha gente, allá por 2008, pero la realidad es categórica, el “campo” son unos cuantos que arrasan con nuestra naturaleza, talan miles de hectáreas de bosques para sembrar soja, luego la acopian y esconden para especular, esperan, cosechan, obtienen grandes fortunas, evaden y finalmente las depositan en Suiza. Pero no quieren retenciones. Las quieren a todas. Les infundieron a muchos la mentira “todos somos el campo” y hoy la verdad es contundente. Ellos, esos pocos dueños del campo, no fueron arrastrados por la furia de la naturaleza, profanada por la ambición del dinero, pero los damnificados, que se cuentan por miles, sí, abrumados por el dolor de la pérdida de sus bienes no tienen consuelo. Ni hablar de las pérdidas humanas. Pero lo positivo ante este desastre natural, fue la respuesta tremendamente solidaria de nuestra gente; es muchísima la ayuda que nuestro pueblo está llevando a nuestros hermanos angustiados y despojados. Ellos no son el campo, ellos son “nosotros”, nuestro pueblo, que una vez más sufre los embates de estos pocos que lo quieren todo, mientras destruyen el hábitat de los que solamente queremos vivir en paz y con la tranquilidad que nos merecemos. Tampoco me enteré de que la Sociedad Rural Argentina haya llevado alguna ayuda a la gente que está padeciendo esta catástrofe. Concluyo: “Yo no soy el campo”. “Yo soy todos los campesinos y demás que hoy padecen por la avaricia de unos cuantos”. Ah, y aprovecho este espacio generoso que nos brinda LA GACETA para expresar también que “Yo tampoco soy Nisman”.
Francisco Centurión
Pasaje Ave María s/n San Pedro de Colalao
Deforestación
Un apurado deseo de tapar lo verde ha crecido en Tucumán, todo lo verde ha sido tapado por el gris del cemento; ya no hay césped, mañana no habrá árboles, los parques, plazas, plazoletas han cedido su lugar para que allí se instalen confiterías, heladerías, entidades deportivas; se perdieron hectáreas de parques. Nuestros añosos árboles se derrumban por el paso de los años y su lugar queda vacío, ni un retoño reemplaza su caída, jamás se planta ya un árbol en los parques; de acá a diez años el silencio se habrá apoderado de ese espacio y ahí cuando no se escuche más el canto de los pájaros y el silbido del viento entre el follaje, y la tierra devastada, quejosa, agrietada, sin poder respirar ya de tapada, nos muestre un paisaje lunar ya sin retorno, allí tomaremos conciencia de que el “Jardín de la República” se ha perdido.
Antonio Beco Salazar becosalazar@hotmail.com
n tafí del valle
En la carta “Tafí del Valle” (7/3), de Ricardo Sanchís, director de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de Tafí del Valle, menciona que ese organismo tiene planeado construir una Planta de Tratamiento de Residuos Cloacales y otra de Residuos Sólidos Urbanos. El valle de Tafí, por sus características propias, es un ecosistema muy sensible a las actividades humanas, por lo que amerita que a los emprendimientos que menciona el funcionario municipal, se le realicen las Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIA). Estos estudios son procedimientos tendientes a la valoración integral de los impactos sobre el ambiente que tendrían estos proyectos, cuyo objetivo primordial es brindar elementos idóneos para la toma de decisiones que consideren los aspectos ambientales. El nivel de calidad de un EIA está en función de: 1) que sean confeccionados por equipos multidisciplinarios 2) la experiencia, conocimientos e independencia que tengan sus miembros, con relación a los interesados en el proyecto (sean privados o públicos) 3) la participación de la comunidad y de los organismos no gubernamentales (ONG). Por ello y mediante esta carta, solicitamos al municipio de Tafí del Valle haga conocer públicamente con relación a los proyectos mencionados, lo siguiente: a) La Ingeniería b) Los EIA c) Se realice una Audiencia Pública donde se pueda discutir lo propuesto para esa ciudad turística.
Juan Francisco Segura
segurajuanf@hotmail.com
Propuesta sobre cine
Realmente muy bueno el artículo “Apuestas sobre cine” (10/3). Como ferviente aficionado el tema me ha parecido estupendo. Y concuerdo especialmente con Gaspar Risco Fernández que al cine “no se lo debe organizar como un mero entretenimiento sino como una experiencia de comunicación”. Pero claro es que a cada arte se accede de una forma diferente. Si quiero conocer una novela clásica, basta que adquiera el libro y lo lea. Con mayor dificultad puedo conseguir una película clásica y verla. Pero al libro puedo leerlo en soledad. Mas a la película quiero verla en compañía, analizarla en grupo, discutirla. El cine es así. No sé exactamente por qué. Desde hace muchos sueño con un Festival de Cine Tucumano. Un equivalente del Septiembre Musical. Nada de estrellitas haciendo declaraciones, ni copetines, ni farándula. Algo sobrio y distinto. Didáctico pero atractivo turísticamente al mismo tiempo. Y confieso que lo sueño en Tafí del Valle y en el mes de julio. Y lo imagino proyectando en una sala mediana, que las hay, en su primera edición “A la Conquista del Polo” del último Meliés; “Luces de la ciudad”, del inolvidable Chaplin; “El Acorazado Potemkin”, de Eisenstein; “Metrópolis”, de Fritz Lang; “El Nacimiento de una Nación”, de David Wark Griffith; “Cabiria”, de Pastrone; “El Tesoro del Arne”, de Stiller; “La Rueda”, de Abel Gance y “Nanook”, de Flaherty, para hacer un buen comienzo. Otro año sería dedicado al cine primitivo de una nación, por ejemplo. O a un estilo determinado el “western” se me ocurre. Tenemos muchos y muy calificados especialistas en Tucumán en esta materia. ¿Será una buena idea? Pienso que la Municipalidad de Tafí del Valle, la autoridad Provincial de Difusión cultural, la UNT con su Escuela de Cine, la Dirección de Turismo, pueden organizar una unidad interdisciplinaria y darle forma.
Tulio Santiago Ottonello
tso.lu2ku@gmail.com
Árboles de la peatonal
Realidades que pasan a ser olvidos. Símbolos de una sólida cultura, arraigada y que nos caracterizaba, cantada por los poetas, y que ahora pasan a ser sólo símbolos de una modernidad absurda y sin identidad. Si algún riesgo implicaba la subsistencia de los naranjos, un racional mantenimiento y control fitosanitario será necesario, y se puede. No exactamente la dejadez y decrepitud de los que se ve en otras arterias. Viejo artilugio de algunos gobernantes, dejar que se vengan abajo las cosas, los edificios, los árboles, para después arrasar con ello, malvenderlos o rematarlos. Convendrá entonces plastificar los azahares para conocerlos, venderán acaso, en esas peatonales, el perfume de aquellos azahares en botellitas? ¿Los niños por venir sólo conocerán los naranjos mediante láminas, su perfume envasado y el cerro pelado? Resulta que ahora pasaremos de nuestros lapachos rosados, oriundos de Tucumán y motivo de nuestros grandes pintores y poetas, al amarillo patito traído de otras provincias. Como verán, seguimos borrando la historia, nuestra identidad y sentido de pertenencia, escribiendo páginas extrañas. Páginas tristes, efímeras como las hojas, pobres, más aún, ingratas con nuestros padres y abuelos. Otra tristeza más, y van...
Manuel Sancho Miñano
Juan Heller 164 Yerba Buena
Epam Tafí Viejo
Un pasaje Bíblico dice: “Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? (1Cor. 14:8). Incertidumbre es la que sufrimos los adultos mayores del EPAM Tafí Viejo. Ya en 2014 padecimos la falta de un local adecuado para el desarrollo de los diversos talleres académicos culturales que dicha institución brinda, que hacen tanto bien al alma como al cuerpo. Ahora nuestra ciudad posee mayor población de personas mayores y muchos de ellos ya padecen el síndrome del nido vacío y el EPAM vino a suplir una sentida necesidad para fortalecer el cuerpo y el espíritu, proveyendo un ámbito de desarrollo cultural y generando con ello nuevos lazos de amistad. Es necesario que las autoridades pertinentes, con la premura del caso, den urgente solución. Según sabemos existe un convenio entre la Municipalidad –que debería proveer el espacio físico y su mantenimiento, pero en 2014 no lo habría cumplido, por un lado. Y por el otro la Sria. de Extensión Cultural de la UNT que se hacía cargo del área docente. Hay un gran malestar en los alumnos, quienes iniciarían movilizaciones de lucha, -como les dijo el Papa Francisco a los jóvenes: “salgan a las calles, luchen por sus derechos, hagan lío “pues a la fecha no se sabe dónde inscribirse, ni ¿cuándo iniciarán las clases…?
Manuel José Herrera
La Rioja Oeste 328
Tafí Viejo
Charlo
Carlos José Pérez (1906-1990) comenzó su carrera de cantor a los diez y ocho años estrenando su seudónimo Charlo. Fue un cantor de riquísima musicalidad, pianista delicado y virtuoso, y compositor de opulenta inventiva. Extensas giras por América y Europa, actuaciones en el cine, y un crecido número de tangos debidos a su inspiración, todos de un gran valor musical, enriquecieron su actividad artística y creadora. Figuró siempre en lo más brillante de la constelación tanguera. Su discografía supera el millar de títulos. Allá por los años treinta, puesto que era buen mozo, se lo llamó el cantor de las mil novias. Una mañana Charlo notó que entre las muchas cartas que solía recibir de sus admiradoras, una firma se reiteraba con más frecuencia de lo habitual. Procedía de una fanática que escribía con excelente estilo y que jamás cerraba los sobres sin haberlos perfumado. Con cada carta la admiradora mandaba un pedacito de fotografía. Un día, Charlo recibió una mano; otro día, un pedacito de cuello; más adelante, una nariz. Y así. Pacientemente armó Charlo el rompecabezas que le proponía la mujer. Al cabo de un año quedó completo: la fotografía entera correspondía a una preciosa chica de unos diez y ocho años. Entonces, la enigmática mujer -siempre por carta- le dio una cita. Sería en una esquina, y ella lo esperaría en su automóvil. Charlo acudió. Cuando se aproximó vio que la “damita” era lo más parecido a su abuela. Charlo se escapó y nunca más volvió por esa esquina, por las dudas.
Salvador Gallucci
lsgallucci@hotmail.com
Fe de erratas
En la información “Un legislador chocó y protagonizó un escándalo” (14/3), sobre el incidente protagonizado entre el legislador Emiliano Vargas Aignasse y el doctor Teófilo Prado, se consignó, por error, que el médico es jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Padilla. En realidad, el jefe, desde noviembre de 2013, es el doctor Ricardo Lampasona. Prado es actualmente director del Banco Tejido Regional del Cucai. Pedimos disculpas por el error y agradecemos a la lectora Marina E. Perotti por la aclaración.