El sector azucarero tucumano sigue transitando momentos críticos en cuanto a su rentabilidad, por los bajos precios en el valor de la bolsa de azúcar, unido a elevado costo de producción y alta presión tributaria. Los precios actuales oscilan entre $ 215 a $ 230 la bolsa de 50 kilos, según el Centro Azucarero Argentino (CAA). Evidentemente sigue pesando en el ambiente comercializador una gran cantidad de azúcar “flotante” que conspira para que el sector levante cabeza. Algo está fallando en el orden interno; para colmo los precios internacionales siguen en bajada desde julio de 2011 en que rozaron los 30 centavos de dólar por libra de azúcar crudo a valores de 14 centavos en enero último. Son cotizaciones de la bolsa de Nueva York, en tanto el azúcar blanco refinado registró en enero el valor más bajo desde 2011 con 38 centavos de dólar por kilo. Lo preocupante de todo esto es que las cotizaciones a futuro son hacia la baja según informo el CAA.

Traducidos en pesos por bolsa de 50 kilos y con el cambio de dólar oficial, el azúcar crudo estaría en $ 143 vagón ingenio pero que al final, con los costos de flete y comercialización, el valor en puerto es mucho menor. Esto no entusiasma a nadie, pero dentro de ese esquema me sorprende la quietud de todos los representantes de los sectores por cuanto deberían mostrar pasión para ordenar el mercado y la comercialización, buscando la mejor forma de salir del atolladero. Se hace necesario reunir a los factores al observar las condiciones climáticas muy favorables para el crecimiento del cañaveral con elevadas lluvias y altas temperaturas nocturnas. Si no sale rápido ese excedente de 330.000 toneladas de azúcar que menciona el CAA, ¿como será el panorama para el 2015? Aquella cifra mencionada de exportación surge de “un acuerdo entre los referentes de la industria” según se informó oportunamente. ¿y el IPAAT que dice? ¿Entonces quien maneja la cifra para exportación? Deberían promoverse reuniones integrales, donde además de tratar los aspectos cruciales de comercialización, exportación y política alcoholera se fijen posiciones definitivas sobre el ríspido tema de los métodos analíticos para valorizar correctamente la calidad del jugo y de allí surgirá una coparticipación mas justa. Es lamentable el atraso tecnológico que exhibimos en este aspecto con el uso de coeficientes encontrados en Java hace más de 100 años (para la tecnología de la época) y que en la actualidad su uso deprime los valores del “pol” en caña afectando al rendimiento fabril. El mundo azucarero avanzó bastante en estas cuestiones y nosotros nos estancamos. Así, las diferencias de cañeros con industriales se acentúan en el transcurso del tiempo. Tengo arraigado el concepto de que los esfuerzos técnicos agronómicos pueden verse diluidos ante un manejo deficiente en la evaluación de la calidad del jugo en laboratorio. Este es un tema que tiene que ser abordado forzosamente porque se trata de uno de los cultivos industriales más complejos que existen.