BUENOS AIRES.- A casi 21 años en que se produjo el más grave atentado terrorista de la historia argentina, el Gobierno nacional dispuso hacer pública la desclasificación de la “totalidad de la documentación” referida a la investigación por el atentado contra la sede de la AMIA, que el 18 de julio de 1994 causó la muerte a 85 personas y heridas a más de 300.

La medida había sido anticipada por el titular de la Secretaría de Inteligencia, Oscar Parrilli, a mediados de enero, y se adoptó tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación del ataque a la mutual judía. La presidenta, Cristina Fernández, había ordenado a Parrilli que colabore con la jueza María Servini de Cubría desclasificando información relacionada a la investigación, guardada bajo el Código de Seguridad 538.

El decreto 395, que ordena esa medida, fue publicado en el Boletín Oficial con las firmas de la jefa de Estado y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, e instruye a la ex Secretaría de Inteligencia que remita la documentación a la Unidad Fiscal (UFI) AMIA. El titular de esa unidad era Nisman, quien fue encontrado muerto en su departamento el 18 de enero pasado, pocos días después de haber denunciado a la Presidencia por supuesto encubrimiento a Irán en la causa del ataque contra la mutual.

Por su parte, el jefe de Gabinete, aclaró que “no se desclasifica la documentación en este momento”, ya que “esa desclasificación se hizo hace muchos años en cabeza de quienes tenían que investigar prima facie como el fiscal Nisman; lo que se ha hecho, por decisión de la Presidenta, es hacerla pública”. Y completó: “Que puedan acceder (por ejemplo) los familiares (de las víctimas del atentado)”.

En una primera reacción, Waldo Wolff, vicepresidente de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), celebró la medida. No obstante, puso reparos a lo que pueda significar el anuncio. “Lo que está en tela de juicio es la veracidad de la información, entendiendo que quienes hicieron la instrucción hoy están acusados de ser parte de un aparato que no tenía control”, advirtió. “Si hoy aquellos que tenían que guardar información nos dicen que lo que está guardado es información absolutamente reveladora, habría que preguntarse por qué no la mostraron antes”, concluyó. (DyN)