MELBOURNE.- La fría actualidad dice que la temporada 2015 de F-1 comenzó ayer igual que terminó la anterior, con los Mercedes dominando: el alemán Nico Rosberg superó al británico Lewis Hamilton en los entrenamientos libres del primer Gran Premio del año, el de Australia. Pero detrás de las noticias se cuecen situaciones por demás particulares. Dicho de alguna manera, nadie sabe qué puede depararle el calendario a la “máxima”, envuelta una vez más en situaciones polémicas, en crisis económica y con cambios de nombres en varias escuderías y el ingreso de un nuevo equipo para una grilla que quedó reducida a 20 bólidos.
Mercedes cumplió con los pronósticos en el circuito de Albert Park, logrando los dos mejores tiempos de la primera tanda y horas más tarde repitiendo en la segunda sesión.
Lo visto ayer en las prácticas (esta madrugada estaba programada la clasificación y mañana desde las 2 va la final, por Fox Sports), es apenas un preludio de la segura lucha fraticida entre Hamilton y Rosberg.
“Cuento exactamente con una temporada como la pasada”, dijo ayer el bicampeón mundial británico en el tradicional desayuno de apertura de la temporada en Melbourne. “La primera fue una grandiosa lucha y estoy seguro de que todo discurrirá igual”, opinó asimismo Rosberg.
El jefe deportivo de Mercedes, Toto Wolff, confirmó que el equipo no pondrá freno a ninguno de los dos pilotos. “Absolutamente correcto”, contestó a la pregunta de si el duelo se llevaría a cabo de nuevo de forma abierta.
El año pasado, Hamilton y Rosberg se enzarzaron en duelos que llegaron casi al límite de lo aceptable para el equipo. En los entrenamientos, al menos, fueron por demás correctos y acabaron separados por apenas una décima.
“Hemos demostrado de nuevo que nuestra ‘Flecha de Plata’ es rápida. Fue un gran comienzo para el equipo”, celebró Rosberg, subcampeón en 2014. “Parece que hay muy pocas diferencias entre Lewis y yo. Este año será una gran batalla contra él, estoy seguro”.
Mercedes mantiene su favoristismo para este año, luego que en 2014 ganó 16 de las 19 carreras. Y Hamilton es el hombre a batir, a pesar de que aún no se encuentre cómodo del todo. “Hay un poco de trabajo por hacer, no estoy cómodo al ciento por ciento con el coche, pero es algo de esperar el primer día”, explicó el británico.
El que más cerca estuvo de los Mercedes en el primer contacto oficial con una pista fue la Ferrari de Sebastian Vettel. “Se nota que el trabajo duro que hicimos durante el invierno boreal, tanto en la pista como en la fábrica, está dando sus frutos”, dijo el alemán, cuatro veces campeón del mundo. Y agregó: “no recuerda un viernes de entrenamientos con tan pocos problemas en su coche.”
McLaren, la escudería del español Fernando Alonso -ausente de la primera carrera del año por recomendación médica luego de un extraño y polémico accidente-, estuvo muy lejos de los mejores tiempos. Para peor su sustituto, el danés Kevin Magnussen, estrelló el bólido contra las barreras del trazado.
La nueva escudería incorporada, Manor, no salió a rodar. Y tampoco estuvieron en la primera tanda los Sauber. El holandés Giedo van der Garde, al que la justicia le dio la razón en su lucha por un volante oficial, se subió al bólido en el garaje para probar el cockpit, pero no salió a pilotar. Sí lo hicieron el brasileño Felipe Nasr y el sueco Marcus Ericsson, pilotos oficiales de Sauber a la espera de una decisión final sobre Van der Garde. (Especial-DPA-Reuter)