Frente a las actuales condiciones altamente favorables para la presencia de patógenos en los cultivos de soja en Tucumán, se recomendó el monitoreo semanal.
Desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), la ingeniera Victoria González, de la Sección Fitopatología, informó sobre los monitoreos que vienen realizando los técnicos en los cultivos sojeros tucumanos y zonas de influencia, mediante recorridos en lotes comerciales, parcelas de los diferentes ensayos de investigación y la Red de Evaluación de Cultivares de Soja en Macroparcelas para el Noroeste Argentino, coordinada por la Eeaoc.
Las enfermedades fúngicas y bacterianas afectan tallos, hojas, vainas y semillas durante los estadios reproductivos intermedios y avanzados de la soja, provocando un anticipo en la maduración y disminuciones en el rendimiento y/o calidad de la semilla.
Se consideran dentro del complejo de enfermedades de fin de ciclo o de estadios reproductivos a las causadas por hongos, como “mancha marrón de la hoja”, “mildiú”, “mancha anillada”, “mancha ojo de rana”, “tizón de la hoja”, “podredumbre carbonosa del tallo”, “síndrome de la muerte súbita”, “tizón de la vaina y el tallo” y “mancha púrpura de la semilla”.
También, a las causadas por bacterias como “tizón bacteriano” y “pústula bacteriana”.
Hoy, el cultivo de soja en Tucumán y en el norte de Salta se encuentra en estadios reproductivos avanzados. En cuanto a enfermedades radiculares, sólo se detectó “síndrome de la muerte súbita” con valores de incidencia menores al 2%.
Dentro de las enfermedades foliares evaluadas se hallan “mancha marrón”, con valores de severidad del 50%, seguida de “mildiú”, “mancha anillada”, “mancha ojo de rana”, “tizón de la hoja” por Cercospora kikuchii y “pústula bacteriana” con valores de severidad del orden del 10%. Estas patologías pueden incrementar sus valores de severidad hacia el final del ciclo del cultivo si las condiciones de alta humedad continúan, sobre todo en lotes no tratados con fungicidas.
Detectaron roya
La Eeaoc informó que se detectó la presencia de “roya asiática” de la soja causada por Phakopsora pachyrhizi en la localidad de Mosconi, Salta, el 11 de marzo, en un lote comercial en un estado fenologico R5 con valores de incidencia menores al 1% y severidad a nivel de trazas. Por ello, el Director Técnico de esta institución, Daniel Ploper, afirmó que la aparición de esta enfermedad debe servirnos para estar atentos y actuar en consecuencia.
Es importante destacar que “a pesar de que el cultivo de soja en nuestra provincia está avanzado, la llegada de la roya puede llegar a ser peligrosa”, ya que las condiciones ambientales actuales son predisponentes, no solo para que aparezca, sino para que se disemine rápidamente y que tenga un alto poder de infección.
Dado su alto poder de destrucción, es necesario estar siempre alerta ante su posible presencia en las principales regiones productoras de soja del país, así como conocer mayores detalles sobre este importante enemigo del cultivo.
La denominada roya “asiática” es causada por Phakopsora pachyrhizi, y es la que causa los mayores daños. Se han citado pérdidas de rendimiento de hasta el 80%, incluso en algunos lotes hasta el 100%.
Los síntomas iniciales se pueden observar en las hojas inferiores de plantas próximas o en floración. Primero se aprecia una decoloración amarilla en el haz de las hojas inferiores. A medida que la infección avanza, las hojas se tornan amarillentas y las lesiones se manifiestan como pústulas pequeñas de color marrón. Los síntomas más característicos son lesiones de color marrón-amarillento a marrón rojizo u oscuro, donde se forman los urediniosoros, que son globosos y sobresalientes. A través del poro central del urediniosoro son exudadas las urediniosporas, formando una masa de esporas sobre y alrededor del urediniosoro.
Manejo
Para realizar un control de la enfermedad existe un manejo varietal con variedades resistentes, un manejo cultural y un manejo químico muy recomendado para frenar a la enfermedad.
El método más utilizado para el manejo de esta enfermedad es el químico, realizando aplicaciones de fungicidas al follaje apenas se detectan los primeros síntomas.
Los objetivos de la aplicación de fungicidas son la reducción de la carga de esporas en las hojas inferiores y la protección de las hojas medias y superiores.
Diversos fungicidas han sido mencionados como efectivos, algunos de contacto (mancozeb y otros), los triazoles (cyproconazole, tebuconazole, difenoconazole, epoxiconazole, etc.) y las estrobilurinas (azoxistrobina, pyraclostrobin, y trifloxystrobin).
Una detección temprana permitirá encarar oportunas medidas de control que disminuyan las pérdidas en el caso de que las condiciones ambientales sean conducentes a severas epifitias de la roya.
Hasta que se disponga de las variedades resistentes, la principal estrategia de control de la roya a corto plazo es el uso de fungicidas foliares.