GRAN BRETAÑA.- Si bien hasta ahora se trataba de algo impredecible, de acuerdo a un estudio realizado por el  Servicio Nacional de Salud Británico hay un test que puede determinar si una persona puede sufrir o no un infarto o un ataque cerebro vascular.

El usuario, que debe haber nacido como máximo hasta 1985 (30 años), tiene que responder una seria de preguntas básicas y sencillas, como ser si fuma, altura y peso, si tiene parientes con enfermedades cardiovasculares, si es o no hipertenso o si tiene colesterol.

De acuerdo a esos índices, el cálculo que se realiza en el test indica la edad del corazón y la probabilidad de padecer en algún momento un infarto o derrame. Esto, de ser confiable, ayudaría a prevenir malos ratos y a impulsra en cada uno una vida más saludable.