Con una fiesta al aire libre, niños y adolescentes de la ex Villa Piolín celebraron el final de otra etapa del programa Andamiaje, que habían comenzado en mayo. Los chicos acompañaron el traslado de familias de la villa a sus nuevos aposentos en El Manantial Sur. Además, recuperaron el espacio destinado a la plaza del barrio -convertido en un basural- en un lugar de encuentro, de expresión artística y de entretenimiento.

Mañana (si no llueve, aclaran) cerrarán el proyecto cogestionado con la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia. “Terminamos nuestro mural e hicimos una merienda con ayuda de personas que propician el cambio y son partícipes de la responsabilidad social”, contó Carolina Mompó, integrante del proyecto y responsable de los talleres de baile. El trabajo incluyó la promoción de derechos de los menores de la ex Villa Piolín, a través de arte callejero dirigido por Fernando Marchesse, y de bailes. “El fin es fortalecer y potenciar habilidades psicosociales a través de éstos espacios”, explicó la tallerista. Luego del traslado de las villas a El Manantial Sur trabajaron in situ sobre el desarraigo y en la construcción de la nueva identidad barrial.