Mientras la familia de Gerardo Sofovich decidió postergar hasta mañana a la tarde la cremación de sus restos en el Cementerio Jardín de Paz de Pilar (se iba a realizar ayer por la mañana), una versión sobre su intención de asesinar a su segunda esposa, Sofía Olesak, fue lanzada por el periodista Ángel de Brito.
Según el especialista en chimentos, el creador de “Operación Ja Ja” y “Polémica en el bar” tenía decidido ultimar a su ex pareja y luego suicidarse durante un viaje en barco en Punta del Este, e incluso había comprado un arma luego de la primera crisis en su corto matrimonio (duró menos de un año). Para ello, la invitó a un viaje pero en la travesía reflotó el amor y se reconciliaron, aunque sólo por unas semanas antes de la ruptura final.
“Sofovich llama a dos personas de su enterísima confianza, y les dice que tenía un plan. Les escribió una carta a cada uno”, sostuvo De Brito, quien fue amigo del conductor televisivo y aseguró que él mismo se lo contó: “es una anécdota que pidió que la contemos una vez que ya no esté en esta tierra, por eso lo hacemos, lo pinta tal cual”. Justificó la decisión de no concretar el crimen en “el amor que tenía Gerardo, y la locura que le despertaba Sofía”.
Olesak se mantiene en silencio y no habla con la prensa desde la muerte de su ex esposo. Sólo dijo estar “muy triste”.
El conductor televisivo falleció en la madrugada del domingo, pero su última despedida se difiere por la demora en la llegada desde Estados Unidos de su nieta Tatiana (de su único hijo, Gustavo Sofovich) y de su amigo, el productor Martín Keweller, CEO de Endemol Argentina. Sus cenizas serán esparcidas en el cementerio de Pilar, luego de una ceremonia íntima. Su amigo, el abogado y ex juez federal en el último año del proceso militar, Oscar Salvi, es su albacea testamentario y el encargado de hacer cumplir su última voluntad.