Lloran, se las ve nerviosas y muy tristes... Así están las personas que fueron evacuadas en el sur de la provincia, comentó la doctora Verónica Rubatti, directora de la Red de Servicios del Siprosa. “Es un panorama desolador, y por eso -en este momento- lo que más necesitan es contención. Hay psicólogos que las escuchan y los médicos permanecen atentos a sus necesidades físicas”, describió la también médica generalista y familiar.
Rubatti comentó que las escuelas se transformaron en albergues donde amparan a los evacuados de las zonas afectadas, como La Ciudacita, Simoca y La Trinidad, por ejemplo. Y el trabajo en esos lugares está “bien aceitado”, aseguró la médica. “Trabajamos en conjunto con otras áreas: Desarrollo Social de la Provincia lleva colchones, agua, alimento, calzado y ropa. El municipio involucrado se encarga también de las provisiones. La escuela se ocupa de limpiar los baños cada dos horas. Los médicos revisan a las personas todas las mañanas y -a los que lo requieran- también los controlan por la tarde. También vacunan a los niños. Además, hay un psicólogo por cada escuela, reciben las cuatro comidas del día, se les entrega agua mineral cada dos horas y las donaciones son distribuidas por Defensa Civil, generalmente. Ese es el trabajo diario”, describió la doctora Rubatti.
Por otra parte, contó que ayer enviaron desde el Siprosa otro refuerzo de seis móviles a cada uno de los lugares más afectados, con médicos, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros y epidemiólogos.
“Este último refuerzo es muy importante para mantener las normas de higiene en los albergues: controlan que los baños estén limpios, que los evacuados tomen agua potable y les enseñan cómo mantener las normas de higiene cuando vuelvan a sus casas. Sucede que con el desborde de ríos suben las napas, se contaminan y esto puede provocar infecciones, diarreas, espasmos bronquiales, piodermitis, patologías respiratorias de tipo obstructivas, alergias cutáneas y otros males”, resaltó Rubatti.
Consejos para los anegados
En lo posible tienen que mantenerse con ropa seca.
- Mantenerse hidratados con agua potable y no de río.
- Consultar ante síntomas de diarrea, dolor abdominal, fiebre, vómito y cualquier tipo de erupción en la piel.
- Dirigirse a los albergues si se inundan con agua o lodo las viviendas.
- Limpiar con lavandina diluida todo el hogar, desde vasos a muebles, una vez que hayan retirado el barro.