“Hay gente que la está pasando muy mal por culpa de las inundaciones. Que se suspenda un partido o un entrenamiento es menor”. Las palabras de Juan Manuel Azconzábal, técnico de Atlético, indican que las dificultades que viene sufriendo el plantel para entrenar y hasta para jugar tienen solución. En comparación con lo que están experimentando miles de habitantes de en el sur de la provincia, no poder completar un ensayo deportivo de manera normal es apenas un obstáculo.
Un obstáculo que ayer volvió a aparecer e impidió que el equipo respetara el primero de los entrenamientos de la semana. La lluvia castigó a la capital durante la madrugada y obligó al cuerpo técnico a cambiar de escenario cuando se levantaron, bien temprano.
Por temor a que el agua volviera (durante la mañana el cielo se mantuvo nublado) decidieron trasladar las herramientas de trabajo a un complejo de canchas de fútbol 5 ubicado en San Martín al 2900, entre Viamonte y Juan Luis Nougués. “No tenemos muchos lugares para elegir y uno intenta cuidar el material de trabajo. De todos modos, siempre hay tareas para encarar”, explicó Azconzábal.
Las opciones de Atlético a la hora de entrenar son dos: el complejo de Ojo de Agua y el estadio. El campo del “José Fierro” quedó muy mal tras el aguacero y el partido con Dálmine, y el del “José Salmoiraghi” sigue sus pasos
Por eso la semana pasada, cuando empezó el temporal, el plantel se vio obligado a movilizarse a las canchas de fútbol sintético del complejo y al galpón donde se ubican el centro de tenis de mesa y la zona mixta luego de los partidos en 25 de Mayo y Chile.
Ayer, al cabo de las tormentas que volvieron a castigar la capital, tuvieron que abandonar esas opciones y acudir al predio de calle San Martín, que destinó el lugar sólo para los “decanos”. Ahora bien, ¿alcanza con eso?
“Lo que pasa es que inevitablemente hay tareas que necesitamos hacer en el campo”, advierte Azconzábal.
Por suerte se trató del primer ensayo pospartido, que siempre es liviano y no requiere un mayor despliegue para los titulares. El problema será si las tormentas se mantienen.
“No pudimos completar varios entrenamientos normales. Son las pequeñas cosas a las que te tenés que acostumbrar. No queda otra”, se resigna Leandro González. “Nos tenemos que ir adaptando”, agregó el entrenador. Ambos saben que es un problema para el equipo, pero que los hay mucho peores en el Tucumán de estos días.