“Lo que más me llegó del equipo es que fue a buscar el marcador sin especular en ningún momento”, dice un sincero Juan Manuel Azconzábal a la salida del duelo de 36 minutos en el que su Atlético, bajo un sol a pleno, confirmó lo que había comenzado a hacer la noche anterior en medio de la tormenta que obligó a suspender el encuentro hasta ayer.
El 3-1 del “decano” sobre Villa Dálmine se fabricó y casi que se aseguró el viernes, cuando se fue ganador 2-0. Por eso el “Vasco” quiso destacar que esa capacidad para no dejar sorprenderse e ir en busca de un resultado más abultado tuvo su premio. Y Guillermo Acosta coincidió.
“Es cierto que la victoria duró dos días en cristalizarse, pero nosotros sólo pensábamos en ganar el viernes y si bien se postergó por la lluvia, a la diferencia ya la habíamos sacado en ese momento. Ayer sólo ratificamos el triunfo”, dice “Bebé”, feliz pero pensando que la goleada pudo ser aún mayor. “Creo que nos merecíamos un gol más, ¿no?”, sonríe quizás con razón porque fueron muchas las chances que tuvo Atlético frente al arco rival.
El hecho de que Dálmine haya llegado a descontar sobre la hora no hace más que asegurar que así como ayer, el “decano” no podrá nunca confiarse. La visita también tuvo sus chances y, salvo el penal que acertó, falló las demás dejando al desnudo algunas falencias defensivas para mejorar. “Si el equipo se vuelca al ataque así como lo hizo seguro tendrá algunas complicaciones en el fondo”, decía Azconzábal el viernes bajo la lluvia. Pero ayer el DT se dio el gusto de disfrutar de las chances sabiendo que aún queda mucho tiempo por delante para afinar detalles.