BUENOS AIRES. El partido ante Unión de mañana a las 18.15 parece haber quedado en segundo plano para River, tras el pobre empate que consiguió el jueves contra Tigres, por la Copa Libertadores.
Es que en el torneo local, el “millonario” viene bien y en caso de flaquear tendrá 26 fechas para reponerse. En el certamen internacional, van dos fechas y acumula solo un punta, poniendo en riesgo su clasificación a octavos de final.
Por eso, Marcelo Gallardo no solo tiene pensado poner suplentes ante el “tatengue” (hará nueve cambios respecto del 1-1), sino que ya imagina cómo será el duelo ante Juan Aurich en Chiclayo, Perú, el jueves que viene.
Pero no solo se trata de poner los titulares para ese trascendental duelo, sino que también de estudiar y prepararse para lo que será la adaptación a su campo de juego. Así como en Oruro, para enfrentar a San José tomó recaudos especiales para soportar la altura (se preparó en cámaras hiperbáricas y sus jugadores ingirieron viagra), en Perú los espera césped sintético.
“River tiene equipo para ir a pelear a todas las canchas. El problema que tenemos es que vamos a jugar a canchas que no estamos acostumbrados”, advirtió Rodolfo D’Onofrio, su presidente.
Por eso, el “Muñeco” ya entrena a sus muchachos en la cancha de césped sintético del Monumental.
River está casi que obligado a conseguir la victoria y además ya piensa en el tercer viaje del grupo a Nuevo León, México. Allí, deberá conformarse con un viaje muy largo pero condiciones “normales” de juego. (Especial-DyN)