Hace medio siglo los pecaríes (también conocidos como chanchos del monte) dejaron de habitar la provincia de Corrientes. Fueron el blanco de cazadores que los persiguieron para aprovechar su carne hasta que no quedó ni uno solo. Después de 50 años un grupo de esta especie volverá a correr libremente por las 700.000 hectáreas que componen la reserva natural de los Esteros del Iberá.
La reserva de Horco Molle tuvo el honor de ceder 10 ejemplares de pecaríes para la reinserción. Un equipo de la fundación Conservation Land Trust (CLT) fue el encargado de buscar estos ejemplares para trasladarlos a Corrientes.
Del total de hectáreas que forman la reserva, 550.000 son propiedad del estado correntino, mientras que 150.000 pertenecen a CLT, la fundación creada por el ecologista y filántropo Douglas Tompkins. “El objetivo de la fundación es crear áreas protegidas para proteger la biodiversidad. Ya se donó el parque Nacional Monte León (Santa Cruz) y se trabajó en la creación del Parque Nacional El Impenetrable en Chaco”, explicó Gustavo Solís, coordinador veterinario de la CLT.
El Impenetrable se creó a fines de 2014 y tiene 150.000 hectáreas. Está considerado el parque nacional más grande del norte del país.
Nuevo hábitat
La reinserción de los pecaríes tiene varias etapas. La primera fue seleccionar la población que sería trasladada hasta los Esteros del Iberá. “Es difícil establecer la edad de estos animales, pero llevamos siete hembras y tres machos jóvenes que tengan una perspectiva de reproducción larga”, comentó Solís. Antes de salir de la provincia se le aplicaron antiparasitarios, antibióticos, elevadores de defensas y controlaron las condiciones sanitarias de los animales. Esto se hizo en la Reserva de Horco Molle con profesionales de la institución y de la fundación. El coordinador general fue Ignacio Jiménez Pérez, de la CLT.
Una vez en Corrientes los pecaríes pasarán por un período de adaptación (cuarentena) que servirá para evaluar si están sanos y listos para ser liberados. “Todos llevan radio collares para rastrearlos y conocer el comportamiento. Queremos saber qué hacen”, añadió Solís.
Antes de los pecaríes, la Reserva proveyó dos osas hormigueras que ya tuvieron crías. “Esto forma parte de un proyecto de cooperación con CLT que lleva más de siete años”, dijo Juan Pablo Juliá, director de la reserva que depende de la UNT. Pronosticó que la adaptación de los animales no será complicada en su nuevo hábitat debido a que se criaron en condiciones de semi cautiverio, lo que permitió que conservaran un comportamiento silvestre. En Tucumán, la población de pecaríes es abundante en los montes.