“En general, este año se hizo menos maíz que el año pasado, en especial entre los pequeños y medianos productores; incluso, algunos hasta hicieron solamente soja. En cambio, los productores más grandes, que tienen una mayor escala, pudieron mantener su porcentaje de rotación, lo que no hicieron los agricultores más chicos”, resumió Juan Carlos Morales, asesor agropecuario, respecto de lo que vio en sus recorridas por los campos de Tucumán.

En diálogo con LA GACETA Rural reconoció que el uso de menos tecnología y de reducida inversión “impactará en el aspecto sanitario de las plantas, por ejemplo, favoreciendo el desarrollo del gusano cogollero”.

“El productor quiso hacer algo más económico, y ahora tiene daños en su cultivo y no puede invertir mucho dinero para controlarlo”, agregó.

Morales reconoció que ese menor aporte de capitales es producto de la poca rentabilidad que deja el maíz. “Antes de la campaña se trabajó proyectando rindes normales, promedio, para nuestra zona, que oscilan entre las 6 y 7 toneladas por ha”, comentó, para agregar: “Pero ahora, con los precios a futuro en baja y con costos en alza, la rentabilidad del productor de maíz se redujo a cero o es negativa”, describió.

“Y estos resultados, en muchos casos, son sin contemplar las prácticas de fertilización”, observó con preocupación respecto del desarrollo óptimo que difícilmente alcanzan las plantas.

Siembras atrasadas
Morales también analizó el presente del cultivo de poroto. “Fue una campaña muy particular para Tucumán y su zona de influencia”, comentó diciendo.

“No tuvimos las lluvias esperadas entre fines de enero y principios de febrero. Por eso, las fechas de siembra se pasaron, por lo que fueron más tardías de lo normal”.

“Así, la superficie hecha será menor a la de 2014, por lo que no se cubrirán las expectativas iniciales”, estimó.

“Esto provocó que arrancaran las plagas como la ‘mosca blanca’. Incluso, en algunas zonas existe ‘picudo negro’, pero es un problema secundario para el poroto”, reconoció, pero concluyó: “en Tucumán, en general, los porotos están muy bien, con ciertas condiciones para que haya presión de enfermedades, por lo que se necesita realizar algunas protecciones”.

“También se detectó presencia de ‘falsa medidora’, que es normal para esta época, como también sucedió en campañas anteriores, por lo que hay que hacer aplicaciones”, reconoció.

En cuanto a Salta, la tradicional zona porotera del NOA, Morales comentó que “las plantas están muy bien porque lograron sembrar en tiempo y forma”.