BUENOS AIRES.- El juez Daniel Rafecas, quien desestimó las acusaciones del titular de la UFI-AMIA, Alberto Nisman contra la Presidenta, Cristina Fernández, y algunos de sus colaboradores, hizo lugar -ayer a la tarde- al pedido del fiscal Gerardo Pollicita, concediendo la apelación planteada -por la mañana- contra su fallo. Pollicita apeló por “prematuro” y “precipitado” el rechazo de Rafecas al requerimiento hecho por Nisman.
De manera previsible, Rafecas accedió a la presentación que hizo Pollicita, disconforme con el juez porque había desestimado la investigación contra la jefa de Estado, su canciller, Héctor Timerman, y otros funcionarios del Gobierno Nacional por supuesto encubrimiento en la causa AMIA. Así, será la Cámara Federal la que deberá entender en la apelación por la denuncia que hizo Nisman antes de ser encontrado muerto.
Pollicita había adelantado días atrás que presentaría su apelación. En su escrito, el fiscal replicó el fallo de Rafecas: “Estoy convencido de que en beneficio de los que aparecen mencionados en la denuncia del 14 de enero de 2015 (hecha por Nisman) y de los que bregan por justicia hace dos décadas (los familiares de las víctimas del atentado terrorista), corresponde investigar la existencia de los hechos y sus antecedentes”.
El juez había desechado las pruebas al considerar que el Memorándum con Irán nunca se llevó a cabo, y tampoco la denominada comisión de la verdad. No obstante, Pollicita señaló que “la circunstancia de que no se haya cumplido el objetivo que se habría perseguido a través del acuerdo, no le impidió a Nisman afirmar que la ayuda, como aporte material, había sido prestada con la suscripción y ratificación de un instrumento internacional que importaba quitarle la jurisdicción al juez de la causa”.
Antes de ser hallado muerto en su departamento del complejo Le Parc, Nisman había denunciado a la presidenta, a Timerman, al piquetero Luis D’Elía, al diputado Andrés “El Cuervo” Larroque y al militante de Quebracho, Fernando Esteche por una presunta “confabulación criminal” para desviar la investigación por la voladura de la mutual judía y beneficiar así a los iraníes que están imputados en el expediente. A su entender, el plan incluía el compromiso argentino de impulsar el Memorándum a cambio de acuerdos comerciales, a través de los cuales ingresarían dólares a las arcas debilitadas del Banco Central. El arreglo preveía que la Argentina haría gestiones para que Interpol retire las “circulares rojas”, que ordenan la detención internacional de los principales sospechosos del ataque.
El juez Rafecas decidió, también ayer, difundir a través del Centro de Información Judicial (CIJ) el acta a través de la cual fue notificado de los documentos existentes en la Unidad AMIA firmados por el fallecido Nisman, donde se impulsaba un pedido al Gobierno para llegar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidades. El CIJ difundió el acta elaborada por el fiscal Alberto Gentili -reemplazante de Nisman en la Unidad AMIA- ante la información que elevó Soledad Castro, secretaria de esa unidad fiscal, hablando de documentos “desfasados” firmados por Nisman. “Desfasados porque había modificado su convicción respecto de presunciones y conclusiones contenidas en esos textos”, precisó el acta. Nisman había dejado firmados dos proyectos: uno, por si se ratificaba el acuerdo con Irán y, otro, por si no, por lo que el CIJ publicó ambos textos elaborados por el fiscal que nunca llegó a presentar. (DyN)