La falta de infraestructura atenta contra muchas disciplinas. La lista es interminable y se las podría agrupar en dos grandes rubros: las que se desarrollan al aire libre y las que se practican en estadios cerrados. Son muchas y tan variadas que asustan.
Tucumán no cuenta con un microestadio como los tienen Salta, Catamarca y Santiago del Estero (cuenta con cuatro uno reservado a los deportes de contacto) y por eso se pierde de organizar encuentros que aseguran una buena concurrencia de público.
“El último torneo importante de voley fue la Copa América en 1997. Después la Selección jugó algunos amistosos, pero ya es imposible organizar. Nuestros escenarios (Villa Luján, Floresta y Caja Popular) no sólo no tienen las medidas stándares para jugar un encuentro, sino que además no cuentan con vestuarios acordes para los jugadores ni para los árbitros. Es duro, pero no podemos ni soñar en contar con un partido internacional, mucho menos organizar un torneo internacional donde sean más de dos los equipos que jueguen”, explica Alfredo Cozzitorti.
En el básquet el panorama es bastante similar. En 2015 se cumplirán 20 años de aquel Preolímpico que se desarrolló en Villa Luján. Argentina brilló con la Generación Dorada, pero los tucumanos, nunca pudieron ver en acción a todos sus integrantes, ya que en el anterior certamen integraron el plantel Rubén Wolkowyski y Fabricio Oberto. Tampoco tuvieron la posibilidad de que algunos de sus integrantes dictaran un clínica, como lo hizo Emanuel Ginóbili en Termas de Río Hondo.
“Hay dos puntos que creo son coincidentes para todas las disciplinas. No existe una política deportiva en el que se defina un presupuesto para apoyarlas. Tampoco hay una idea de mejorar lo poco que tenemos. Por ejemplo, el Polideportivo de Mar del Plata, en donde se puede practicar cualquier deporte, fue renovado para ser escenario de la final de la Copa Davis”, explicó Rubén Urueña (h), presidente de la Federación Tucumana de Basquet.
“Es cierto que hay problemas de infraestructura y que en cada presentación tenemos que hacer un lavado de cara a los estadios, pero en esta provincia no es sencillo lograr apoyo para organizar una velada boxística de primer nivel”, explica René Bustos (h), promotor.
El empresario, como cualquier otro dirigente no lo cuenta, pero la realidad indica que cada vez que se debe utilizar cualquiera de esos tres escenarios el panorama es más o menos el mismo. Deben tapar las goteras de los techos, tapar los agujeros para evitar las corrientes de aire frío, mejorar los sanitarios y hasta reponer los focos quemados.
El ciclismo encierra una historia particular. Hace más de tres años que vienen peleando para conseguir que las autoridades municipales los autoricen a usar el autódromo que está cerrado. Y actualmente las competencias se realizan por las calles de Lomas de Tafí. “Hemos perdido muchísimo tiempo y creo que no se lo podrá recuperar más. Hace unos días participamos en el Argentino de Juveniles en Chilecito. Una provincia tan chiquita tiene una pista y arman circuitos callejeros que convocan a mucha gente. Acá no tenemos dónde entrenar, mucho menos, para ser escenarios de una competencia importante”, destacó Jorge Montivero, presidente de la Asociación Ciclista de Tucumán.
Hasta la pesca sufre de este problema. Las provincias ya no sólo apuestan a la actividad, sino que además se unen para ofrecer un producto a nivel regional. En Santiago del Estero, por ejemplo, ya está en plena obra una estación de piscicultura donde se reproducirán las especies autóctonas para repoblar el río Dulce, El Frontal y El Sauzal, dique que se construirá próximamente entre Termas de Río Hondo y la capital santiagueña.
Hace unos días, Miguel Saguir, multicampeón tucumano de la disciplina, en una charla con LG Deportiva relató que la provincia está muy bien vista a nivel nacional por la calidad y diversidad de especies que se pueden capturar. “Pero todo lo bueno se está perdiendo. Por ejemplo, las licencias de pesca se consiguen de lunes a viernes, casi no hay personas que brindan servicios y, todo el esfuerzo que hace Flora y Fauna se desperdicia por la falta de controles”, destaca.
Cozzitorti está preocupado. Sabe que el deporte en general está en jaque por la falta de infraestructura. Sin ella, los atletas no pueden prepararse y crecer en el ámbito nacional e internacional y tampoco se pueden generar los recursos necesarios para que sean volcadas en obras. “Creo que lo único que se necesita es una decisión política que, si no se la toma, terminaremos desapareciendo del todo del mapa nacional”, concluye.