Alberto Lebbos cuenta que tiene sensaciones encontradas. Por un lado siente la satisfacción de que un fiscal consideró que hay pruebas para demostrar el encubrimiento que hace años viene denunciando por el crimen de su hija Paulina Lebbos. Pero también sabe que al cerrarse esta etapa de la investigación, no se ha logrado llegar a los responsables del homicidio. Encima hoy se cumplen nueve años del día en el que su hija desapareció.
Él mitiga el dolor desde hace años encabezando la lucha de la comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, con quienes hoy organizará una serie de actos para pedir que se declare la emergencia en derechos humanos en todo el país. “Esta jornada tendrá más fuerza que otros años. La gente me expresa mucho cariño y apoyo en la calle”, relató Lebbos.
- ¿Siente que la gente reconoce su lucha?
- Sí. Tuve que lidiar con un aparato del Estado que se ocupaba constantemente de ofenderme, de desacreditarme. Había ataques a través de solicitadas de legisladores, intendentes y supuestos políticos. Amancio Petray, que ahora pega carteles queriendo ser legislador, me atacaba constantemente. Me fue a sacar fotos cuando fui al Congreso de la Nación. Hubo un ataque sistemático en el que decían que yo era loquito, que lo único que quería era hacer política, que quería plata. Fue una afrenta muy dura. Y hoy los escuchamos ponerse en el rol de víctima a los que no son víctimas. Reconozco un cambio de actitud de la gente, aparejado con el avance de la investigación.
- ¿Cómo tomó la decisión del fiscal de cerrar esta etapa del caso y elevar la causa a juicio?
- Para ser sincero, todavía no me reuní con mi abogado Emilio Mrad, para saber en detalle la resolución del fiscal Diego López Ávila. Son casi 400 hojas. De todas maneras, por supuesto, para nosotros es un gran avance. Acá ya no queda ninguna duda de que se ha cometido un terrible delito de encubrimiento. Hay que ubicarse bien, porque quienes cometieron este delito en ese entonces eran secretario de Seguridad Eduardo Di Lella; jefe de Policía Hugo Sánchez; subjefe Nicolás Barrera; jefe de la Regional Norte Héctor Brito. Y lo han hecho para darles cobertura de impunidad a los asesinos de Paulina. Sin dudas, alguien muy poderoso.
Y todavía falta un gran constructor del andamiaje de este encubrimiento, que es (el ex fiscal) Carlos Albaca y su jefe (el ex ministro Fiscal) Luis De Mitri. Ellos han destrozado el expediente como lo han destrozado al cuerpo de Paulina. Reconstruir toda esa investigación es muy difícil, han destruido pruebas claves, fundamentales. Al encubrimiento lo denuncié el 23 de abril de 2006, en sede penal y en Casa de Gobierno. Y lo rechazaron. Con esas mismas pruebas, hoy están elevando a juicio.
- Los “hijos del poder” fueron sobreseidos. Si no fueron ellos, ¿a quién encubren?
- Eso lo tienen que decir ellos. Es un sobreseimiento por encubrimiento, es una cuestión muy técnica, que hay verla bien. No hay ninguna duda de que protegen a alguien poderoso. No se van a movilizar los tres poderes del Estado si no es por alguien así. Toda una estructura del Estado que se supone que tiene que estar para aliviar la vida del ciudadano, al servicio de maniobras de encubrimiento para proteger a los asesinos.
- ¿Roberto Luis Gómez es un perejil?
- No. Está relacionado con el clan Alperovich. Es un hombre que cobraba sueldos del Estado. Hay que estar atentos a algo: todos cobraban sueldos del Estado, incluido César Soto (el novio de Paulina). Gómez tiene que decir la verdad. Ha usado el teléfono de Paulina durante mucho tiempo. ¿Cómo lo consiguió? ¿Que hacía con él? Gómez y su padre se jactaban de que tenían una gran relación con Alperovich, que le habían hecho el colectivo con el que salía a hacer campaña. Acá la familia de Paulina está interesada en que se sepa la verdad. Les pido a la familia de Gómez, y a las de Di Lella, Sánchez, Barrera y Brito que les supliquen que digan la verdad.
- Algunos sostienen que se ensañó con la hipótesis de los “hijos del poder”.
- La idea de “los hijos del poder” salió de la propia boca de Alperovich en un programa de televisión en junio de 2006, sin que nadie le preguntara nada. La hipótesis la ha plasmado Albaca en el expediente. Ahora, toda una estructura comandada por el clan Alperovich-Rojkés no se va a poner en movimiento por una persona común y corriente, que siguen sosteniendo en sus cargos a toda esta banda. Se han movilizado y organizado para proteger a los asesinos de Paulina, encubrimiento que comenzó el 26 de febrero de 2006.
AGENDA
- 10 hs- Plaza Paulina Lebbos, avenida Alem y San Lorenzo. Intervención artística de Ana Margarita Nadal, Jessica Morillo, Jorge Laskowski y José Villazur.
- 11 hs- Acto en el Colegio de Abogados. Congreso 450. Primera Conmemoración del Día nacional de repudio a la impunidad en el estado de derecho.
- 17 hs- Plaza Independencia. Radio abierta. Grupo de Afro Bembé Guiné. “Maldigo”, escritores en marcha.
- 17.30 hs- Clara Gonzalez y Claudia Flores estamparán remeras o banderas gratis con símbolos alusivos a la IX° Jornada de Lucha contra la Impunidad. Llevar la remera o bandera para el estampado.
- 19.30 hs. Intervención del Grupo “colectivo teatro de Urgencia”. Fragmento de la obra “Los Expedientes”.
- 20 hs- Acto central. Palabras de Alberto Lebbos. Marcha.
- 21.15 hs- “Calígula Superstar”. Grupo de teatro “La Vorágine”.
- 21.30 hs- Recital. Luna Hostil, Estonia, Moskalto, Sed, Skaraway, Karma Sudaca.
LOS IMPUTADOS
Eduardo Di Lella
Era secretario de Seguridad en 2006 y esta acusado por encubrir el crimen de Paulina Lebbos. En el requerimiento de elevación a juicio se consideró que él sabía que unos baquianos habían encontrado el cuerpo de Paulina Lebbos a la vera de la 341 pero acordó decir que lo encontró la Policía.
Hugo Sánchez
En 2006 cumplía la función de Jefe de Policía y fue al lugar en el que se encontró el cuerpo de Paulina Lebbos y esta imputado por encubrimiento, especialmente grave por ser funcionario público, abuso de autoridad, falsificación ideológica de instrumento público y amenaza condicionada.
Nicolás Barrera
Era el subjefe de la Policía y también fue a la ruta 341, en Tapia, en donde se encontró el cadáver de Paulina Lebbos cuando sus funciones no lo obligaban a estar en ese lugar. Está siendo imputado por encubrimiento, falsificación ideológica de instrumento público y coacción.
Héctor Rubén Brito
En 2006 tenía a su cargo la jefatura de la Unidad Regional Norte y, según el requerimiento de elevación a juicio, incurrió en los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad, falsificación ideológica de instrumento público y amenaza condicionada. Brito fue uno de los primeros en enterarse del hallazgo.
Hugo Rodríguez
El ex policía había sido citado como testigo en la causa pero, según el fiscal Diego López Ávila, habría mentido para beneficiar a los policías que estaban siendo acusados por encubrimiento. Por eso es considerado como partícipe necesario del encubrimiento y autor del delito de falso testimonio.
Luis Gómez
Está imputado por el crimen de Paulina Lebbos. Del análisis del celular que usaba la víctima se determinó que el 26 de febrero de 2006 a las 10.20 hubo una consulta de saldo efectuada desde el teléfono de Paulina. Minutos más tarde, se puso en el aparato un chip de un número de teléfono adjudicado a Gómez.