Los familiares de Jésica Alderete, una joven de 26 años que está internada desde el domingo en el Centro de Salud, reclaman que la Policía busque y detenga a un hombre que la atacó dos veces: primero intentó asaltarla y luego, según los familiares, trató de matarla.
El estado de la víctima es crítico. El domingo, alrededor de las 7, fue apuñalada en la puerta de su casa, ubicada en el barrio Álvarez Condarco, al sur de la capital. Alderete volvía con una de sus primas de una fiesta cuando fueron sorprendidas por dos sujetos que las agredieron, explicaron sus familiares.
Ivana Alderete, una de sus hermanas, dijo que las atacaron sin pedirles las carteras y que a su prima la tiraron al suelo sobre un montículo de ripio que tienen al frente de su casa. “Este tipo ya la había amenazado. El miércoles cuando esperaba el colectivo para ir a trabajar en avenida Alem al 2.400 este sujeto le arrancó la cartera, pero ella se defendió dándole una trompada y mi mamá (Teresa Campos) le tiró piedras. Ahí a él (al acusado) se le cayó el cuchillo que tenía y ese día a la tarde pasó por mi casa amenazándonos”, aseveró.
Este sospechoso es un sujeto conocido por la Policía y, según informaron, tendría un frondoso prontuario delictivo. Aún así, cuando la familia Alderete fue a denunciar los dos hechos que, según dijeron, ocurrieron el miércoles de la semana pasada, no habrían realizado un operativo para aprehenderlo.
Es por esto que los Alderete sostienen que el asaltante quiso matar a Jésica cuando la atacó el domingo por la mañana. “Después de que su cómplice la tirara al piso a mi prima, este tipo la atacó a mi hermana y le dio cinco puñaladas pero nunca le quitó el celular o la cartera. Mi prima se levantó para defenderla pero este tipo la apuñaló en la pierna. En ese momento, por los gritos, salió mi mamá y este tipo se fugó”, agregó Ivana Alderete.
Esta misma versión es la que Elfidio Alderete, abuelo de la víctima, le explicó al funcionario José Farhat, que está a cargo del área de Seguridad Barrial del Ministerio de Seguridad y que estuvo ayer en la Seccional 13 luego de que, enardecidos, los familiares y allegados de Jésica quemaron gomas y protestaron al frente de esa dependencia exigiendo la detención del sospechoso.
Otro de los motivos que provocaron el enojo de los familiares de Jésica, que tiene una hija de 7 años, es que, según dijeron, el domingo la Policía fue al lugar en donde ocurrió el ataque recién a las 11 de la mañana, cuando el hecho ocurrió a las 7.
“Acá los comisarios no están mucho tiempo. Esto es un aguantadero. Los delincuentes entran por la puerta y salen por el garage y lo digo con conocimiento de causa porque tengo vecinos que delinquen y la policía los llama para pedirles plata y dejarlos libres. Si este tipo que atacó a Jésica ya tiene 18 denuncias por robo en esta comisaría. Además la madrugada en la que la atacó lo denunciaron por otros cinco robos pero los policías esperaron a que se fuera del barrio para salir a buscarlo”, dijo Adriana Ramallo, prima de la víctima.